¿Qué es la microbiota y por qué es tan importante? 

Antiguamente se la llamaba flora intestinal. Cada vez se estudia más su incidencia y es por eso que el 27 de junio se celebra su Día Mundial.

En la actualidad se está estudiando también la relación entre la microbiota, el intestino y el cerebro y su papel en la depresión o enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
En la actualidad se está estudiando también la relación entre la microbiota, el intestino y el cerebro y su papel en la depresión o enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

La microbiota es un conjunto de microorganismos (bacterias, hongos, levaduras, virus, parásitos, etc.) beneficiosos que viven en nuestro cuerpo cumpliendo funciones específicas que son claves para el mantenimiento de nuestra salud. 

Antiguamente se la llamaba flora intestinal, ya que se creía que estos microorganismos, de los que no se sabía mucho, pertenecían al reino vegetal, por eso el término “flora” haciendo referencia a las plantas. Con el tiempo se descubrió que el origen era microbiano por lo que se la rebautizó como Microbiota. 

Según explicó Stefanía Savoia, licenciada en Nutrición, miembro del Departamento de Nutrición de New Garden, si bien estas bacterias se encuentran en un 90% en el intestino grueso –siendo la más estudiada la microbiota intestinal- también la podemos hallar en otras partes de nuestro cuerpo como la piel, los ojos, la boca, el aparato respiratorio y las glándulas mamarias. 

Hoy en día se la considera un órgano más de nuestro cuerpo….en este caso adquirido. Es por esto que el término “microbiota” es más adecuado, ya que podemos encontrarla en todo nuestro organismo, no sólo a nivel intestinal. 

Entre los beneficios que pueden enumerarse se encuentran el refuerzo del sistema inmunológico: tiene un efecto antiinflamatorio y actúa como un escudo protector a nivel intestinal impidiendo que ingresen sustancias ajenas (microbios, toxinas, etcétera). 

Asimismo, genera energía, facilita la digestión y absorción de nutrientes; cómo así también estimula la producción de ciertas vitaminas como la K y las del complejo B; facilita la absorción de hierro y calcio y mantiene y desarrolla el sistema inmune intestinal.  

En la actualidad se está estudiando también la relación entre la microbiota, el intestino y el cerebro y su papel en la depresión o enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. 

¿Qué alimentos y suplementos ayudan a cuidarla? 

*Probióticos: la Organización Mundial de la Salud (OMS) los define como microorganismos vivos que, de ser administrados en cantidades suficientes, tienen efectos beneficiosos para la salud. 

Es importante saber que estos alimentos deben cumplir 3 pautas: 1) debe estar aclarado en el etiquetado a qué cepa o familia pertenece; 2) el probiótico debe estar vivo al momento de ser consumido y 3) debe contar con un estudio científico que respalde su efecto benéfico. 

*Prebióticos: son fibras digeribles presentes en nuestra alimentación que son utilizadas por los microorganismos de nuestro intestino para mantener íntrega y fuerte la barrera intestinal. Los podemos encontrar en cereales integrales, semillas, alimentos que tengan inulina (por ejemplo la remolacha), frutas y verduras (principalmente las de hojas verde, cebolla y ajo). 

*Alimentos fermentados: algunos ejemplos de éstos pueden ser: Kefir, kombucha, kimchi, coleslaw, chucrut, algunos quesos y yogures (animales o vegetales), rejuvelac, masa madre, vinagre de manzana (que no esté pasteurizado). Para que un alimento fermentado sea considerado probiótico debe estar detallado en la etiqueta del producto el tipo de cepa utilizada/desarrollada en su elaboración. 

*Simbióticos: son productos o alimentos que resultan de la combinación entre probióticos y prebióticos. El objetivo de esta asociación es poder beneficiarse de las propiedades de ambos productos. Ejemplos: yogur con fruta o cereales, licuado de kéfir y fruta. 

La microbiota puede alterarse por una alimentación pobre en fibra y rica en grasas y azúcares; por falta de actividad física; exceso de antibióticos o medicamentos: elevado consumo de alcohol y tabaco y estrés, ansiedad o mal descanso. (DIB)