Estados Unidos subió las tasas 0,75 puntos: es la mayor alza desde 1994

Es una decisión para intentar controlar la suba de la inflación en el país. Los riesgos de enfriar la economía.

Estados Unidos subió las tasas 0,75 puntos: es la mayor alza desde 1994
La Reserva Federl de Estsados Unidos.

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) subió este miércoles 0,75 puntos la tasa de interés, la mayor alza de tipos desde 1994, para intentar frenar la escalada de inflación que no cede y que causa profunda preocupación en el gobierno de Joe Biden.

Así, la Fed elevó la tasa desde un 1,50% a 1,75%. Había subido los tipos por primera vez desde 2018 en marzo pasado, en 0,25 puntos; una subida a la que siguió otra en mayo, de 0,5 puntos.

Si bien se esperaba que la Fed continuara con su anunciada suba gradual de medio punto, algunos medios especializados habían sugerido estos días la posibilidad de que se anunciara un incremento de 0,75 ante el inesperado repunte de la inflación en mayo.

Días atrás, la Oficina de Estadísticas Laborales anunció que el índice de precios al consumidor se había disparado a un 8,6% (anualizado) el mes pasado, la cifra más alta de los últimos 40 años y más de lo que estimaban los expertos.

Frenar la inflación es un tema que hoy desespera al presidente Biden, que ve que los precios no paran de subir en un año electoral (en noviembre hay elecciones legislativas), en el que los demócratas ponen en riesgo su mayoría en el Congreso.

Los riesgos

Sin embargo, una agresiva subida de tasas es un arma de doble filo ya que, si bien podría controlar la estampida de precios, también podría llegar a enfriar demasiado la economía. Además, encarece los préstamos de viviendas, automóviles y todos los bienes que los estadounidenses usualmente compran en cuotas.

De hecho, la economía estadounidense se contrajo un 0,4 % en el primer trimestre del año, por primera vez desde mediados de 2020, tras lo cual la Casa Blanca reconoció por primera vez la posibilidad de que el país entre en recesión.

Los estadounidenses ven que el combustible aumenta todos los días, en un país donde todo el mundo se desplaza en automóvil, y que los precios de los alimentos en el supermercado trepan a niveles que no se veían hace décadas en los Estados Unidos.

La inflación es hoy la principal preocupación de los estadounidenses y bajarla es “la principal prioridad económica” del gobierno, según dice cada vez que puede el presidente Biden, y no duda en atribuir el aumento de los precios principalmente a la invasión de Ucrania ordenada por el líder ruso, Vladimir Putin y su consecuencia en el mercado energético y alimentario.

Es verdad que el aumento del costo de la energía es el principal motor de la inflación de los últimos meses, pero los expertos también señalan otros factores.

Trabajo y costos

Por ejemplo, que la política monetaria de la Fed de no aumentar las tasas para estimular la recuperación tras la pandemia hizo que el mercado laboral se restableciera rápidamente (hoy la tasa de desempleo es de apenas un 3,6%) y que esto también está teniendo efecto en el aumento de los precios.

Como hay casi pleno empleo, las empresas se ven obligadas a subir los salarios para atraer nuevos trabajadores, por lo que aumenta la capacidad adquisitiva de los consumidores y esto hace que suban los precios de los alimentos, la energía y los alquileres, entre otros.

La incertidumbre y la ansiedad sobre la política de la FED, impactaron con fuerza en los mercados. La volatilidad y las pérdidas financieras se profundizaron el martes, alimentadas por los temores de que la Fed continúe juzgando mal la inflación o una posible recesión.

El S&P 500 cayó en lo que se conoce en “bear market”, territorio de mercado a la baja, con una caída del 20 por ciento desde el máximo más reciente, y todos los índices aceleraron las pérdidas del año.

Aún más preocupantes son las nuevas señales de que las familias han perdido la confianza en las políticas de la Reserva Federal. El sentimiento del consumidor en junio se hundió a un mínimo no visto desde la recesión de 1980, según una encuesta de la Universidad de Michigan.

Además, una encuesta de The Washington Post y la Universidad George Mason reveló que la mayoría de los estadounidenses esperan que la inflación empeore y están ajustando sus hábitos de gasto. (DIB)