
Casi el 70% de los padres bonaerenses separados no cumple con la obligación alimentaria a sus hijas o hijos o sólo lo hace eventualmente, lo que representa una violencia económica hacia las mujeres que atraviesa todas las clases sociales, reveló un estudio presentado por el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires.
“Incumplimiento de la obligación alimentaria en la Provincia de Buenos Aires: Un problema estructural que profundiza las desigualdades de género” es el mencionado informe oficial que se hizo en base a una encuesta que respondieron 6.442 mujeres de los 135 municipios y a más de 50 entrevistas.
🟣 Desde el @MinMujeresPBA presentamos un informe sobre el Incumplimiento de la Obligación Alimentaria 👇🏻#MásEstadoMásIgualdad#ObligaciónAlimentaria pic.twitter.com/vxrpNRmOva
— Ministerio de Mujeres PBA (@MinMujeresPBA) June 29, 2022
Se trata del primer diagnóstico que se hace sobre incumplimiento de las obligaciones parentales en la provincia de Buenos Aires. Se habían realizado experiencias similares en La Pampa y Catamarca.
Algunos de los resultados más destacables mostraron que más de la mitad de las encuestadas, 51,2%, no percibe ningún tipo de aporte por parte del progenitor de sus hijas o hijos.
Dentro del grupo de encuestadas que indican que el progenitor aporta dinero en concepto de obligación alimentaria, 41,2%, un 24,9% menciona que este lo realiza de manera regular y un 15,3% de manera irregular.
Es decir, más de la mitad de las encuestadas, 66,5%, no recibe obligación alimentaria o sólo la percibe eventualmente.
En tanto, solo el 7,9% las mujeres indicaron que el progenitor cumple con sus obligaciones alimentarias a través de la cobertura de gastos y necesidades de manera directa.
Las cifras demuestran el impacto que tiene esta situación en niñas, niños, adolescentes y sus mamás.
Estela Díaz, ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad bonaerense, destacó dos aspectos del alto incumplimiento de las obligaciones parentales, como “la vulneración del derecho de las infancias y juventudes a ser cuidadas, en todos los aspectos de su vida y desarrollo, por sus progenitores”, y “el impacto que la falta de aporte económico al sustento vital de las y los hijos tiene sobre la situación de pobreza, la falta de autonomía y la sobrecarga de tareas de cuidado, a las que principalmente las mujeres suelen hacer frente, en muchísimos casos, desde hogares monomarentales”.
El análisis demostró que la ausencia de los progenitores varones en las responsabilidades de cuidado es transversal a los distintos sectores sociales.
“No obstante, impacta con mayor dureza a los hogares monomarentales de los sectores populares, produciendo efectos negativos en las condiciones de vida y la salud de las mujeres”, señaló la ministra.
En muchos casos, las hijas e hijos mayores son quienes se encargan de sus hermanas y hermanos menores. La opción de guarderías, jardines y escuelas, solo representa el 4% de las respuestas. Se encontró que tan solo el 10% de los progenitores cuidan a sus hijas e hijos.
En este caso, existe una división estereotipada de tareas: los padres se ocupan más de las actividades de ocio como pasear, compartir algún evento, pasar tiempo libre los fines de semana, mientras que las tareas de cuidado que se relacionan con tareas escolares, control médico, alimentación e higiene siguen recayendo sobre las mujeres.
El cumplimiento o no de la obligación alimentaria se transforma en una herramienta de manipulación, extorsión y dominio, se consideró en el estudio.
Muchas madres no optan por la opción judicial porque atravesaron situaciones de violencia, agotamiento e incluso se endeudaron para poder pagar un servicio jurídico, sin garantías de que todo ese esfuerzo redunde en el cobro efectivo de la obligación alimentaria.
A esto se suma que casi la mitad de las encuestadas, 45,9%, dijo desconocer el marco normativo que garantiza sus derechos y el de la niñez.
Otro dato en este sentido es que el 65% no conoce centros de atención, asesorías de familia o centros de acceso a la justicia donde pueden ser asesoradas.
En la provincia de Buenos Aires existe el Registro de Deudores Alimentarios Morosos de la Provincia de Buenos Aires (RDAM), una opción que genera obstáculos a los progenitores que incumplen con la obligación.
Sin embargo, las personas entrevistadas coincidieron en que los efectos que provoca la inscripción no tienen efectividad suficiente para obligar al pago, amén de que el 69,4% de las mujeres que participaron del estudio, desconocen su existencia. (DIB) ACR
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