Argentina es sinónimo de paisajes alucinantes, en medio de un entorno natural que es propicio para realizar actividades vinculadas al turismo aventura. Si bien el trekking o el rafting son las modalidades que cuentan con mayor cantidad de adeptos, siguen creciendo las ofertas por actividades más riesgosas como el canopy, bungee jumping o parapente.
PARACAIDISMO
Para tirarse en paracaídas los requisitos son tener mínimo 17 años y pesar, como máximo, 95 kg. Consiste en un vuelo en avión de 25 a 30 minutos, hasta llegar a los 3800 m. de altura, momento en el que se salta del avión con un instructor. La caída libre dura unos 50 segundos, y una vez abierto el paracaídas, el vuelo se extiende por 4 a 6 minutos, para finalizar en un suave aterrizaje.
En Lobos, provincia de Buenos Aires, se realizan saltos de bautismo y tandem. Es una experiencia en la que los nervios y la adrenalina se apoderan del cuerpo. Antes de subirse al avión, los instructores brindan una breve charla de 15 minutos y explican cómo hay que comportarse. Las personas son equipadas con un buzo de salto, arnés, casco, gafas y guantes.
Además, en el Aeroclub de Chascomús, la escuela cuenta con aviones que ascienden hasta 3700 metros con capacidad para cuatro personas. Mientras que en Santa Fe, en el Aeródromo de Esperanza, frente al Club de Planeadores de esa localidad, también hay saltos desde las alturas.
También hay una muy buena opción como el Aeroclub de Alta Gracia, a tan solo 30 minutos de la ciudad de Córdoba. Para los que no se animen a tanto, allí mismo también se ofrecen vuelos turísticos en aviones de pequeño porte de hasta 4 plazas que ofrecen el espectáculo de sobrevolar las sierras cordobesas para disfrutar de sus hermosos paisajes.
Para los saltos se pide utilizar zapatillas y ropa no demasiado suelta. No se recomienda saltar congestionado, por la posibilidad de daños en oídos; no sufrir de problemas del corazón, enfermedades que afecten el juicio de alguna forma, problemas de columna, problemas en brazos o piernas.
BUNGEE JUMPING
El bungee jumping es un deporte extremo que consiste en hacer un salto al vacío desde una considerable altura, sea un puente, plataforma o grúa, generalmente con una conexión desde los tobillos a una cuerda elástica, que permite, primero caer acelerando, luego amortigua la caída y provoca así una serie de rebotes. En Argentina no es muy encontrar esta práctica, aunque siempre hay lugares que sí la tienen.
Si la idea es sentir la máxima de las adrenalinas, hay que viajar hasta el puente del dique Cabra Corral, 75 km al sur de la ciudad de Salta. Propone un salto de 40 metros de altura sobre las aguas, con la opción de tocar o no el agua en la caída, antes de ser “rescatado” por una embarcación. Hay desde salto simple hasta alternativas que combinan con otras actividades como puenting (salto sujeto de un arnés a la cintura, a manera de péndulo humano).
Justamente el puenting tiene otro lugar que desde hace años realiza saltos. Está en Cacheuta, a pocos kilómetros de Mendoza capital, y tiene una caída de unos 20 metros, en un ambiente de montaña y rodeado de hermosos paisajes.
Para poder participar hay que pesar entre 40 y 110 kg. La edad no es un requisito. Participaron personas desde los 13 hasta 80 años. Además, todos deben firmar una asunción voluntaria de riesgo, la cual establece que por voluntad propia se decide subir. En el formulario se exponen ciertas condiciones como si la persona fue operada recientemente, si tiene afecciones cardiovasculares, presión arterial, entre otras.

BUCEO
Si bien la “capital nacional del buceo” es Puerto Madryn, hay otros destinos del país donde practicar este deporte. Pero en la ciudad de Chubut, la belleza submarina en sus aguas, encuentra la presencia de los lobos marinos de manera constante. En Golfo Nuevo se realiza un trayecto que no dura más de 25 minutos y permite acercarse a la zona de lobos para realizar la inmersión.
Para buzos deportivos, hay excursiones diurnas y nocturnas, en arrecifes naturales y artificiales de aguas frías, naufragios históricos y modernos, de aguas profundas y someras. De hecho, hay un barco pesquero de 78 metros que puede recorrerse en Golfo Nuevo. Y otro servicio son los cursos de buceo, orientados a las personas que se inician en la actividad o que ya son buzos y quieren continuar su educación, ascendiendo niveles y mejorando su performance, con certificadoras internacionales que permiten bucear en cualquier lugar del mundo.
En tanto, el Lago Los Reyunos, en la provincia de Mendoza, tiene buenas profundidades para realizar todo tipo buceo con visibilidades promedio de 6 metros, agua color turquesa y hermosos paredones enmarcados por imponentes montañas. Mientras que muchos optan por las aguas frías del Nahuel Huapi en Bariloche, otros se inclinan por llegar hasta la neuquina Villa Traful para descubrir en sus profundidades el bosque sumergido que esconde el lago Traful. Hasta hay buceo en los Esteros del Iberá, una experiencia única.
RAFTING
El rafting es un deporte en equipo que se practica con diversos niveles de dificultad dependiendo de la bajada del río. En algunos casos, suelen plantearse desafíos extremos y en lugar de usar el habitual gomón o balsa, la travesía se realiza en un kayak. Pero claro que también hay infinitas opciones para principiantes, cuyo único requisito es saber nadar.
Los ríos navegables de montaña son los escenarios ideales para deslizarse sobre las aguas en gomones. Dos de los ríos más populares para el rafting son el Atuel y el Mendoza, en la provincia homónima, pero también es muy recomendable el río Manso, con sus aguas verdes, en el inigualable paisaje del Parque Nacional Nahuel Huapi. Otros circuitos imperdibles son el Cañón del río Juramento, en Salta; el río Aluminé, en el norte de la provincia de Neuquén; y el río Corcovado, casi al límite con la frontera chilena, en Chubut.
El grado de dificultad en el rafting se clasifica de acuerdo a los ríos y va de I a VI, siendo este último de gran riesgo hasta para los más expertos. Y entre los elementos básicos de seguridad figuran remos, cascos, chalecos salvavidas, chaquetas secas y hasta trajes de neoprene, en algunos casos.
ESCALADA
La escalada es una de las actividades de turismo aventura en Argentina que ha tenido un crecimiento exponencial en las últimas décadas, no sólo por él número o de adeptos sino por la cantidad de sitios y lugares para escalar, que se han diseminado por todo el territorio. Es una disciplina para la que se necesita una experiencia considerable para practicarla. Además de asimilar los conceptos teóricos de las técnicas, también resulta necesario tomar en cuenta nociones meteorológicas, del viento y de las fases o estado de las montañas.
Aquellos que deseen comenzar a instruirse, cuentan la posibilidad de hacerlo en paredes artificiales, ideales para principiantes, como en Alta Gracia, Córdoba; o en el Club los Pehuenes, en Bariloche.
El Cerro Tuzgle, ubicado en la provincia de Jujuy, comprende uno de los espacios preferidos por los amantes de la escalada. Más específicamente al norte del volcán que lleva el mismo nombre, pueden encontrarse más de 100 boulderes y 30 vías y muchas otras paredes volcánicas. El Cerro Chaltén, junto a los otros cerros situados en la zona, como el Fitz Roy, Cerro Torre y Cerro Pier Giorgio, también son sitios ideales para los aficionados en el país.
Finalmente, otras opciones interesantes son el Cerro Tres Picos, en el Sistema Ventania de la provincia de Buenos Aires, o el Champaquí, de 2770 metros de altura y que está ubicado en el cordón montañoso de Sierras Grandes, en el Valle de Calamuchita. (DIB) FD
*Nota publicada en el suplemento De Viaje
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