Por Gastón M. Luppi, de la redacción de DIB
El equipo argentino de Copa Davis inició con un triunfo el ciclo capitaneado por Guillermo Coria: entre el viernes y el sábado despachó a República Checa (4-0) en el Buenos Aires Lawn Tennis Club y en septiembre disputará la fase de grupos, de la que saldrán los ocho cuartofinalistas que irán por “La Ensaladera”. Los puntos argentinos los consiguieron Sebastián Báez y Diego Schwartzman en singles, Horacio Zeballos y Máximo González definieron la serie en el dobles, Federico Coria aportó el poroto de cierre. Junto a este quinteto, Mariano Navone, oriundo de 9 de Julio, fue uno de los sparrings. El otro, el platense Tomás Etcheverry.
Navone tiene 21 años y ocupa el puesto 550 en el ranking mundial de la ATP; el mes pasado llegó a estar 528. Es jugador de torneos futures, con algunas pocas participaciones en challengers. Sin embargo, la semana pasada la vivió como un tenista de élite, no solo entrenando con Schwartzman, sino también a las órdenes, por ejemplo, de Coria y Leonardo Mayer, entre otros.
“Lo disfruté muchísimo. Por momentos no quería que terminara porque fue muy especial lo que viví con los chicos: el que me hayan incluido al grupo, a las charlas, a las cenas, a las cosas graciosas, todo…”, le resume Navone a la Agencia DIB. “Fue muy lindo, más allá de ayudarlos a entrenar y absorber mucho de lo que ellos me daban y de lo que yo intenté darles como sparring. A veces es difícil el lugar del sparring, porque hay que entrenar para hacer entrenar a otros también. Implica mucho rendimiento y estar muy al palo todo el día. Pero la atmósfera que hay en el equipo, todo el ambiente que había, la alegría, las arengas… Todo fue una cosa impresionante”, continúa su descripción, sin chance alguna de disimular la satisfacción por la experiencia vivida.
Navone, 550º del ranking, entrenó y se entrenó con Schwartzman, 14º; Báez, 62º; Coria, 69º; Zeballos, número 5 del mundo en dobles, y González, 24º entre las parejas. “Tuvimos que subir la intensidad al palo”, admite. Etcheverry ocupa el puesto 124 del ranking, “viene pisando más cerca de los Top 100, pero yo no”, describe. “Tuve que subir el ritmo y además no estaba acostumbrado a entrenar dobles, que también te cansa”. Y le pone nombres propios a la semana de trabajo: “Tuve que entrenar con Diego [Schwartzman] y ‘Fede’ [Coria], y hasta le pegué con ‘Leo’ Mayer [NdR: retirado el año pasado, forma parte del staff], que sigue con un ritmo tremendo”. Y se lleva para sí: “Tuvimos que subir la intensidad y lo aproveché muchísimo para entrenarme yo porque ese ritmo no se tiene todos los días”.
La serie marcó el debut de Guillermo Coria como capitán. “El Mago” fue número 3 del mundo y ganó nueve títulos, entre ellos los Masters 1.000 de Hamburgo en 2003 y de Montecarlo en 2004, año en que jugó la final de Roland Garros, aquella que ganó Gastón Gaudio. “De la generación dorada nuestra, ‘La Legión’, hoy ‘Guille’ está acá”, grafica Navone, y suma nombres: “Gaudio fue el capitán anterior; ‘El Tero’ [Martín García] fue muy buen doblista [ocho títulos y 21º en 2001], ‘Zabala’ [Mariano Zabaleta] y [Agustín] Calleri manejan la AAT [Asociación Argentina de Tenis]… Hay muchas personas importantes en el equipo”. Y además, resalta: “Son muy humildes, siempre nos ayudaron a los sparrings a poder lograr que nos soltemos, que juguemos como somos nosotros. ‘Leo’ Mayer nos ayudó desde el primer momento tanto a ‘Tomi’ como a mí, nos habló mucho y estuvo siempre con nosotros en la cancha”.
En el cierre de la semana de Copa Davis, y en lo que fue su experiencia, cuenta Navone: “Se armó una armonía muy linda en todo el grupo, hay buena onda entre todos los jugadores. No hay competencias, las cenas son divertidas, todo es divertido. Cuando el equipo va así, es un equipo que tiende a ganar porque se la pasa bien y todos quieren venir”.
Entre el Top 350 y la qualy de un Grand Slam
Pasó la Copa Davis, ahora Mariano Navone vuelve al circuito challenger de la ATP, posiblemente con acción en Chile y Bolivia, y torneos future en el país. “Voy a tratar de jugar lo más que se pueda en Sudamérica, que es más barato y más cerca de casa. Después, en Europa, con la guerra y demás, no está fácil”.
A diferencia de los últimos dos años, el circuito y el mundo parecen haberse adaptado a la pandemia. Sin embargo, la invasión de Rusia a Ucrania vuelve a plantear una incógnita. “Se va a hacer todo, pero siempre está el riesgo de que pase algo. Esperemos que no se pare, no tiene ningún sentido esa guerra”. Y al respecto, su idea es jugar torneos de 25.000 dólares en premios y challengers. “Ahí veremos cómo van los resultados, cómo va el ranking, para seguir mejorando”.
Un objetivo para este 2022 “puede ser alcanzar el Top 350 y, como mucho, llegar a una qualy de un Grand Slam, que sería un resultado increíble”. Aunque va paso a paso: “Hay miles de factores: jugadores, lesiones… Puede pasar de todo en un año, pero la idea es esa, el nivel está”.
Y a propósito, a modo de balance, analiza: “El año pasado he mostrado nivel buenísimo en muchos partidos, pero no logré tener buenas semanas, que son las que hacen diferencia en los puntos del ranking: buenos partidos y semanas no tan buenas a veces te dice que estás en el nivel, pero no se refleja en el ranking”.
Desde 9 de Julio
“Recibí muchos mensajes, muchas historias en Instagram, mucha gente que les escribió a mis viejos. Por suerte pude darle entradas a mi familia, así que vinieron mis viejos y mis hermanas. Se vive de manera muy linda porque se ponen contentos, y al ser una ciudad chica, todo el mundo lo sabe. Me vieron en la tele, salí todos los días, refigurando ahí, alentando y demás. Tengo el teléfono explotado”.
“EL” triunfo
En la edición 2021 del challenger de Buenos Aires, en octubre del año pasado, Mariano Navone recibió una invitación (wild card) para jugar ese torneo. Y en la primera ronda dio el batacazo al eliminar al sexto favorito, el brasileño Thiago Seyboth Wild, con parciales de 3-6, 6-1 y 6-2. Esa victoria sobre el por entonces número 129 del ranking es, hasta ahora, su triunfo más resonante. (DIB) GML