Por Gastón M. Luppi, de la redacción de DIB
Lejos en distancia, en China; lejos en el clima, en pleno invierno y con mucho frío; y lejos del interés que despiertan en las pampas otros eventos deportivos, este viernes a las 9 de Argentina se ponen en marcha en Beijing los XXIV Juegos Olímpicos de Invierno, donde participarán seis representantes argentinos y cuya inauguración contará con la presencia, por ejemplo, del presidente Alberto Fernández.
Los esquiadores barilochenses Francesca Baruzzi y Franco Dal Farra serán los abanderados de la delegación argentina en “El Nido de Pájaro”, el icónico estadio que fue inaugurado para los Juegos Olímpicos de 2008. Es que Beijing se convertirá así en la primera ciudad del mundo en haber recibido tanto a la máxima cita deportiva del verano como a la del invierno.
Baruzzi competirá en esquí alpino y Dal Farra lo hará en el esquí de fondo. Junto a ellos, Nahiara Díaz González será la otra representante en el esquí de fondo y Tomás Birkner de Miguel lo hará en el alpino. Verónica Ravenna vuelve a decir presente con su trineo en el luge y Victoria Rodríguez López será la primera argentina que competirá en el patinaje de velocidad del máximo evento deportivo invernal.
La abanderada
La abanderada Baruzzi ya estuvo en los Juegos Olímpicos de Invierno de la Juventud, en Lillehammer, Noruega, en 2016; también fue la abandera. A los 23 años, en estos Juegos tendrá acción los días 7, 9 y 11 en Yanqing, a unos 75 kilómetros de la capital Pekín. “Cuando me contaron que iba a ser la abanderada, que fue en una reunión que tuvimos los integrantes de la delegación vía Zoom con el Comité Olímpico Argentino, el Enard y la Secretaría de Deportes, me llenó de orgullo, me dio mucha alegría y gran pasión por representar al país”, le cuenta a la Agencia DIB.
Con plazas aseguradas para el país en esquí alpino, la convocatoria a estos Juegos no fue sorpresa para ella, ya que es la mejor argentina en la disciplina. No obstante, si bien durante todo el ciclo olímpico de cuatro años le apuntó a estos Juegos, en febrero del año pasado sufrió una caída que le produjo la rotura de ligamento cruzado, meniscos e isquiotibial. “Eso me tiró un poco abajo el sueño, porque dije: ‘No voy a llegar’. Antes de la lesión venía entrenando con el objetivo de los Juegos. Por más que ya estoy compitiendo en alta competencia, mi objetivo principal era Beijing: este último ciclo olímpico fue, casi casi, prepararme cien por cien para los Juegos”, le explica a DIB.
Lesionada, se operó en Europa y volvió a Argentina “con ganas de dejarlo todo” para recuperarse. De a poco, en septiembre volvió a esquiar, “con bastante dolor pero pasando de todo para poder llegar”. “Y pasito a pasito, hoy me siento segura. No digo en mi cien por cien, porque siento que maduré un montón tanto como atleta como persona, pero que puedo seguir creciendo en lo deportivo. Igual, estoy en muy buena posición para ir a los Juegos”, analiza.
Para poner en contexto, “los Juegos Olímpicos es el evento deportivo más importante que le puede pasar a un deportista”, le explica Baruzzi a DIB. “Más allá de que corra Copa del Mundo y esté compitiendo con las mismas que van a los Juegos, todo el ‘circo’ que se arma lo hace ‘el’ evento deportivo del mundo”. Y además, por supuesto, el representar al país. “Nuestro deporte es súper individual, estás solo bajando por la pista. Cuando vas a las carreras, que vas solo con tu equipo, no tenés el sentimiento de: ‘Voy a representar a mi país, o a mi club…’. Vas por vos”.
Esta será la primera vez que Baruzzi competirá en Asia, “toda una experiencia”. Además lo hará en “un centro de esquí que crearon de la nada, porque realmente lo hicieron todo artificial”, describe. Y de sus expectativas, anticipa: “Soy muy positiva y optimista, y voy por un top 15. Igual, ya con estar dentro de las 25 mejores estaría contenta, aunque no satisfecha. Para estar satisfecha tengo que estar entre las quince mejores”.
El abanderado
Franco Dal Farra tiene 21 años y compartirá con Baruzzi el honor de desfilar con la bandera argentina en la ceremonia inaugural. Al igual que ella, él también es el mejor exponente argentino en su disciplina -esquí de fondo- y era el candidato natural para acceder a la plaza olímpica. Es que otros competidores de peso como Matías Zuloaga -estuvo en PyeongChang 2018- y su hermano Marco Dal Farra -fue a los Juegos de Juventud de 2016-, también con chances de clasificar, se bajaron del equipo.
“Ser abanderado me tomó de sorpresa”, admite en diálogo con DIB. “Siendo mis primeros Juegos Olímpicos, ser el abanderado en la apertura me parece un montón. Me da mucho orgullo, soy bien patriota, me gusta mucho representar a Argentina, a los colores”.
Cuando Pekín recibió a los Juegos de verano, en 2008, Dal Farra tenía 8 años recién cumplidos. Sin embargo, “esos Juegos fueron los que despertaron mi bichito interno. Me acuerdo que en la escuela hablábamos de eso, los veía en mi casa. A mi familia le gusta el deporte y estábamos todos el tiempo viendo los Juegos. Esos Juegos despertaron mi hambre así de competir”.
A esa edad hacía sus primeros pasos en esquí alpino, ya que la escuelita de esquí de fondo se abrió recién un par de años después. También jugaba al básquet y cerca de los 15 comenzó a practicar remo. De hecho, en remo fue representante argentino en los Juegos Suramericanos de la Juventud en 2017, en Santiago de Chile. Sin embargo, poco tiempo después se enfocó de lleno en el esquí de fondo. “Para mí el horizonte, para lo que entreno, es lograr el nivel para competir el circuito de Copa del Mundo y estar entre los 50 mejores”.
Obviamente, la pandemia trastocó los planes. “En 2020 tuve una muy buena temporada, pero cortita. Fueron dos meses que estuve en Europa y volví a Bariloche con unas ganas, con una manija bastante copada. Pero llegué y me tuve que encerrar, me dijeron: ‘No podés salir de tu casa’. Con esa energía que tenía, me conseguí un par de máquinas, una bicicleta fija, un remo ergómetro y aparatos de gimnasia, y durante dos meses y medio estuve haciendo fierros y máquinas en el patio de mi casa sin parar ni una sola semana, todos los días. Le metía por lo menos tres horas, puro físico, no tenía otra cosa para hacer. O sea, deportivamente, no me desmotivé”. Luego, “en el momento en que pude, salí a correr y a hacer bici con más ganas”.
Por contra, “sí me perjudicó técnicamente”, le describe a DIB. Es que su entrenador es serbio y no pudo viajar al país ni en 2020 ni en 2021. “El trabajo técnico que pude haber hecho en el invierno de Argentina, no lo hice. Aparte, bastante tiempo no pude entrenar técnica porque en el patio de mi casa no tenía mucho para hacer”. Además, en los veranos, primaveras y otoños argentinos realiza rollerski, “que es esquí pero en la ruta”, pero la pandemia se lo impidió.
Ya el año pasado pudo volver a viajar y recuperó terreno. Para estos Juegos, y tomando como referencia sus participaciones en otras competencias (no tiene muchas entre los adultos porque es joven), la expectativa pasa por repetir sus mejores registros. “Estoy a alrededor de cinco minutos y medio del primero en una carrera de 15 kilómetros. Si logro bajar a cuatro minutos, para mí sería un resultado espectacular”, explica.
Dal Farra estará este domingo en el esquiatlón, una prueba de 30 kilómetros en total, 15 en clásico y otros 15 en skating. El martes tomará parte del esprint en estilo libre y el viernes 11 correrá los 15 kilómetros en estilo clásico.
Los otros Juegos
A los 8 años, a Franco Del Farra los Juegos Olímpicos de Beijing le despertaron “el bichito interno”. Por entonces Francesca Baruzzi tenía 10 años recién cumplidos y también tiene muy presentes aquellos Juegos. “Soy fan de Paula Pareto [NdR: medalla de bronce en China]. Deportivamente la conocí ahí y dije: ‘Guau, ¡qué loco que Argentina esté tan bien posicionada en un deporte individual! Yo en ese momento me estaba empezando a conectar con el esquí, un deporte individual, y me acuerdo mucho de ella”, le cuenta a DIB Baruzzi, que también tiene grabadas las medallas de oro en Usain Bolt en los 100 y los 200 metros.
Más esquiadores
Nahiara Díaz González cumplió 18 años el 25 de enero y es la más joven de la delegación. La representante femenina del esquí de fondo competirá el martes y el jueves. A ella la clasificación olímpica le llegó de sorpresa. “Yo apuntaba a los próximos Juegos”, le admite a DIB. “Lo tenía en la cabeza desde hace un par de años, pero nunca me imaginé que iba a llegar antes”.
Oriunda de la pequeña Caviahue -unos 800 habitantes-, es una de las dos representantes neuquinas en estos Juegos; la otra es la patinadora Victoria Rodríguez López y completan la delegación tres rionegrinos y una porteña (Verónica Ravenna). Díaz González va a estos Juegos a buscar “experiencia y a aprender para llegar mejor preparada a lo que se viene en un par de años”.
El otro esquiador es Tomás Birkner de Miguel. “Mi papá es hermano de la mamá de los Simari Birkner y de la mamá de los Saubidet”, le señala a DIB sobre el árbol genealógico familiar. Entre vela y esquí, esas combinaciones de apellidos reúnen una docena de representantes olímpicos para Argentina. Birkner de Miguel viajará recién el domingo a Pekín, ya que competirá el domingo 13. Será su debut olímpico, pues aún no tiene claro por qué no fue convocado a PyeongChang 2018.
Trineos y patines
Verónica Ravenna competirá en las mangas femeninas del luge este lunes y martes durante la mañana de Argentina. En tanto, Victoria Rodríguez López correrá el domingo 13 en la prueba de los 500 metros del patinaje de velocidad. (DIB) GML