Betty Davis, artista pionera del funk que influyó a figuras como Prince y Madonna, entre otros, y exesposa de Miles Davis, que introdujo a la leyenda del jazz dentro del mundo del rock y lo inspiró en su revolucionario disco “Bitches Brew” de 1970, murió ayer a los 77 años en Pensilvania, Estados Unidos, por causas naturales.
Así lo informó Connie Portis, una amiga de la artista, a través de un texto publicado en las redes sociales de Davis, en el que la define como “una gran influencia de la música con múltiples talentos y estrella de rock pionera, cantante, compositora e ícono de la moda”.
Betty Davis se destacó en la década del `60 como una figura estelar en el mundo del funk, que fusionó ritmos como el soul, el jazz y el rhythm & blues, además de convertirse en un ícono por sus letras que aludían a la liberación sexual.
Además fue una especie de musa para Miles Davis cuando en 1968 se convirtió en su segunda esposa y lo acercó el mundo del rock, a partir de su amistad con artistas como Eric Clapton, Sly Stone y Jimi Hendrix.
En tal sentido, la mujer fue fundamental en la construcción de una nueva imagen para la leyenda del jazz, quien abandonó los trajes oscuros por las ropas de colores, comenzó a actuar en escenarios decorados e iluminados como los de las grandes estrellas de rock y se rodeó de músicos que, sin abandonar la tradición, tenían una impronta rockera, tal como se relata en el documental “Birth of The Cool”.
En este contexto, Miles Davis creó “Britches Brew”, en 1970, uno de los discos más revolucionarios en su trayectoria en el que dio cuenta de la influencia del rock en su vida.