Pueblos encantadores de Europa

El viejo continente, más allá de las ciudades clásicas, tiene rincones increíbles, rodeados de paisajes únicos y leyendas.

ROTHENBURG OB DER TAUBER

Para muchos, Rothenburg ob der Tauber, en Baviera, es el pueblo medieval mejor conservado de Europa. La denominada guerra de los Treinta Años (1618-1648) lo hizo detener en el tiempo, y por eso hoy atrae con sus colores a miles de turistas cada año que llegan hasta este pueblo de Alemania. Desde murallas, torres y puertas a la Marktplatz (plaza del mercado), pasando por el Ayuntamiento hasta iglesias como la de Santiago o St. Jakob, con tallas del gran escultor del siglo XVI Tilman Riemenschneider. Además, su mundo fantástico se ve arropado por la mayor tienda de adornos navideños de Alemania, el mundo mágico de Käthe Wolfahrt.

PITIGLIANO

Encaramada sobre una montaña de toba volcánica, una roca porosa de caliza y limo que se camufla con el color de las casas, rodeada de murallas y dominada por un acueducto construido sobre dos arcos gigantes, esta localidad italiana de origen etrusco que albergó una nutrida comunidad judía es también conocida como la Piccola Gerusalemme (Pequeña Jerusalén). El subsuelo de las casas a menudo está excavado, y lo que fueron tumbas etruscas luego se reutilizaron como bodegas subterráneas de las viviendas. Es muy recomendable saborear y apreciar el vino Bianco de Pitigliano, un DOC blanco excelente a base de uvas Trebbiano y Chardonnay (de los pocos que pugnan en calidad con los tintos toscanos); y pasear después por los frescos callejones que se libran del rigor del calor en verano. Junto al acueducto se encuentra el castillo de Orsini y su museo de arte etrusco.

KAZAN

Conquistada por Iván el Terrible, fue incorporada a territorio ruso en 1552. Tercera ciudad más importante de Rusia (y la octava por el número de habitantes), Kazán, situada a 724 kilómetros de Moscú, es la capital de la República de Tatarstán. Los tártaros son un pueblo turquino que habita en muchas regiones de Eurasia, y aquí conviven desde hace siglos musulmanes y cristianos ortodoxos en un ejemplo de tolerancia sin radicalismos. Esta ciudad, donde estudiaron personalidades como León Tolstoi o Lenin, es reflejo de la diversidad étnica del país y religiosa, que se aprecia en la arquitectura, reconocida por la Unesco. Algunos de los ejemplos son el kremlin de Kazán y la mezquita Qul Shariff, considerada la más grande Europa.

Cudillero, la pintoresca villa de la costa asturiana. (Turismo de Asturias)

CUDILLERO

Cudillero es uno de los pueblos más bonitos, y pintoresco, de la costa asturiana, en España. A tan solo 60 kilómetros de Oviedo, este pueblo, de pasado vikingo, mira directamente hacia el Cantábrico con una sucesión de playas entre acantilados. Cudillero cuenta con edificios llamativos como la capilla del Humilladero, el más antiguo del pueblo -siglo XIII-, de estilo gótico y en el que antiguamente se exponían los reos antes de ser ajusticiados; o la iglesia de Santa María, del gótico tardío y cuya Casa Rectoral fue, durante siglos, hospital de peregrinos del Camino de Santiago. Sin embargo, es el Conjunto Palaciego de los Selgas -situado en la pedanía de El Pito- su secreto mejor guardado. Los majestuosos jardines, repletos de flores y estatuas, le han valido el sobrenombre de Versalles del Norte, mientras que el palacio atesora una importante colección de obras de Goya, Tiziano o El Greco y alberga nueve tapices procedentes de las manufacturas de Bruselas, datados entre los siglos XVI y XVII.

ESTREMOZ

Ciudad de mármol rodeada de extensos viñedos, Estremoz, esta joya de Portugal, es una de las paradas obligadas en una ruta por el Alentejo. Ofrece dos caras muy diferentes, la de su parte baja dominada por la inabarcable plaza de Rossio, y la ciudad alta, coronada por el torreón del castillo que nos regala unas vistas privilegiadas. De Estremoz se sabe que fue una población relevante desde la Prehistoria. De hecho, aquí se halló el famoso brazalete de Estremoz, una muestra única de la orfebrería de la edad de Bronce en la península. Eso sí, lo que atrae a todo el mundo hasta aquí es su estampa medieval y lo delicado de sus construcciones, la mayoría de ellas a medio camino entre el estilo gótico y el manuelino. Los visitantes que llegan hasta este rincón del país, suelen decir que todo es bello, desde las puertas de las murallas hasta su imponente castillo. Todo ello sin olvidar su sinfín de iglesias, conventos y monasterios donde rezar antes de la contienda. 

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