Nuevos hábitos para el año que comienza: seis tips para la vida saludable

Pequeños cambios en la rutina diaria pueden generar grandes transformaciones. Especialistas aseguran que “el borrón y cuenta nueva” no se puede sostener y “no va más”.

Con la llegada de un nuevo año es inevitable pensar en metas, objetivos y transformaciones que involucran a nuestros hábitos cotidianos. Sin embargo, plantearse grandes propósitos no siempre es la mejor manera de abordar los cambios. 

Mariana Goldfinger, licenciada en Nutrición, propone una serie de tips que forman parte de pilares fundamentales para transitar de manera saludable este nuevo año sin tener que dar giros de 180 grados. 

“Es muy frecuente, en esta época, escuchar en la consulta nutricional la necesidad de comenzar desde cero, hacer un borrón y cuenta nueva, como si cada año borrase lo hecho en el anterior. Y creo que es precisamente esa idea la que hay que transformar”, explicó la especialista.

“Nadie cambia su manera de trabajar año a año desde cero, ni la manera de manejar un auto, de educar hijos, de escribir, etc etc. ¿Por qué entonces pretendemos hacerlo con nuestros hábitos, con nuestra forma de alimentarnos y cuidar nuestro cuerpo?”, amplió.

Goldfinger consideró entonces que en la medida que vayamos comprendiendo que todo cambio forma parte de un proceso, “podremos proponernos pequeños objetivos, posibles de cumplir, para que a medida que pasen los años esos hábitos se vean fortalecidos y consolidados”.

En ese sentido, enumeró seis pilares de nuestra vida a los que hay que prestar atención. 

1. Alimentación: elegir calidad fundamentalmente y cuidar cantidad en base a las características individuales de cada persona con alimentos que sean nutritivos, que promuevan el bienestar y prevengan enfermedades.

Más alimentos naturales (vegetales, frutas, cereales integrales, legumbres, carnes magras, pescados, lácteos y derivados descremados, frutos secos, semillas, grasas saludables). Menos alimentos procesados y ultra procesados (alimentos listos para consumir envasados, sopas instantáneas, gaseosas, jugos envasados, entre otros). Menos sal y Azúcar.

2. Actividad Física: estar físicamente activo. La actividad física regular y constante que se pueda realizar diariamente, como caminar, subir escaleras, o hacer flexiones, será esencial para una salud óptima. Un tips: elegir las escaleras en lugar del ascensor.

3. Sueño: los trastornos del sueño son muy habituales en la actualidad. El insomnio es el tipo de trastorno más frecuente y se caracteriza por la dificultad para el inicio o el mantenimiento del sueño y esto afecta a la calidad del mismo, interfiriendo con su función reparadora (incluso, todo el sistema inmunológico, el de nuestras defensas, se restablece con un buen descanso). Lo recomendado en adultos, aproximadamente, es dormir entre 7 y 9 horas diarias.

4. Abandono tabáquico y consumo moderado de alcohol: No hay dudas de que fumar es perjudicial para la salud y con respecto al alcohol, se hace referencia al consumo responsable y moderado del mismo.

5. Manejo del estrés: el estrés es un conjunto de reacciones adaptativas que se ponen en marcha cuando percibimos una situación como amenazante. Por lo tanto, estas reacciones son parte normal de nuestra biología (involucran al sistema nervioso y al inmunológico). El problema surge cuando el stress persiste por un largo tiempo, generando una inflamación crónica que se relaciona también con el riesgo de enfermarnos. Los mecanismos de afrontamiento y técnicas de reducción de stress son de gran utilidad para reconocer cuáles son esas respuestas negativas que lo generan y modificarlas para mejorar la salud y promover un mayor bienestar.

6. Formar y mantener relaciones interpersonales: es fundamental mantener un contacto saludable con los demás. Sentirnos conectados socialmente es esencial para nuestra resiliencia emocional y salud en general. (Vida y Salud Hoy/DIB)

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