La exposición permanente a los rayos ultravioletas sin protección es un peligro latente para el cáncer de piel. Este tipo de enfermedad oncológica cada vez afecta a personas más jóvenes, advierten los especialistas del Hospital de Clínicas José de San Martín que pertenece a la Universidad de Buenos Aires.
Por eso, recomiendan usar protector solar todo el año, hacerse revisar los lunares y aseguran que los días nublados son más perjudiciales ya que las nubes permiten que pasen las radiaciones solares que más cáncer cutáneo producen.
“El cáncer de piel es el primer tipo de cáncer de la vida adulta. Cada vez se ven más casos en personas más jóvenes, por el hábito de tomar sol, el uso inadecuado de las camas solares y la falta de cuidados dermatológicos como el correcto uso del protector solar y vestimentas adecuadas, incluido los lentes con filtros solares.”, dijo Ariel Sehtman, médico de la División Dermatología del Hospital de Clínicas.
“Hace una o dos décadas atrás, era frecuente ver cáncer de piel a partir de los 40 o 50años, hoy vemos más consultas en individuos mayores de 30. Mientras más bronceado esté uno, significa que hemos oxidado más nuestras células cutáneas y, para protegerse del daño ocasionado por el sol, deben fabricar más pigmento”, explicó el especialista.
Es decir, más bronceado significa más daño. De allí la importancia de las medidas de fotoprotección y de fotoeducación adecuadas.
“Los tres tipos de cáncer en la piel más frecuentes son el carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular y el melanoma. Existen lesiones precursoras de estos tres por lo cual es importante la consulta periódica con el especialista, a fin de poder detectarlas y así, ayudar a prevenir el cáncer cutáneo”, detalló Sehtman.
Una de estas lesiones son las queratosis solares que comienzan como manchas rosadas pequeñas en sitios expuestos al sol como el cuero cabelludo, las orejas, la cara, los brazos y las piernas, lugares donde la gente no se pone habitualmente el protector solar. Estas manchas, con el tiempo, se cubren de una pequeña escama blanca y que muchas veces no tienen síntomas.
“Esta lesión precancerosa, no solo es la más frecuente sino que, además, tiene hasta un 25% de posibilidad de volverse cáncer de piel”, advirtió el especialista y agregó que, además, “los lunares que tienen más de un color o distintos tonos del mismo color, que miden más de 6 milímetros, que son irregulares, empiezan a crecer o sangran, son síntomas para prestar atención”.
Ojos, piel y cabellos claros
Las personas de ojos, piel y cabellos claros (Fototipos 1 y 2) son los más proclives a padecer cáncer de piel. Se aconseja no exponer al sol a niños menores de 6 meses, tampoco las personas mayores, porque sus sistemas de defensas son más bajos y no responden adecuadamente frente al daño solar.
“Las personas que toman medicación por el motivo que sea, deberían consultar al dermatólogo por el riesgo de exacerbar lesiones cutáneas frente a la exposición solar”, dijo el médico del Hospital de Clínicas.
Detectado y tratado a tiempo, el cáncer de piel puede curarse en la gran mayoría de los casos. “Un diagnóstico y tratamiento precoz permite lograr tasas de sobrevida a los 5 años del 95%”. Además, hoy en día existen variedad de tratamientos médicos y quirúrgicos que permiten lograr esos resultados”, dice Sehtman.
Una de estas lesiones son las queratosis solares que comienzan como manchas rosadas pequeñas en sitios expuestos al sol como el cuero cabelludo, las orejas, la cara, los brazos y las piernas, lugares donde la gente no se pone habitualmente el protector solar. Estas manchas, con el tiempo, se cubren de una pequeña escama blanca y que muchas veces no tienen síntomas.