El Papa Francisco pidió a los padres que tengan hijos “con diferentes orientaciones sexuales” que no los condenen y los acompañen. Lo hizo en la mañana del miércoles durante la audiencia general celebrada en el aula Pablo VI del Vaticano.
En una prédica sobre San José y la paternidad, Bergoglio hizo mención sobre el rol de “los padres ante los problemas de los hijos” y, entre otros supuestos, mencionó a los “que ven orientaciones sexuales diferentes en los hijos”. Ante esta situación, los animó a “acompañarlos y no esconderse en una actitud condenatoria”.
Asimismo, continuó haciendo mención de los padres que pierden a sus hijos, los que deben enfrentarse a las enfermedades de estos últimos y a los que los tienen en las cárceles. “Tantos problemas de los padres, pensamos cómo ayudarlos. A ellos les digo: no tengan miedo. Hay tanto dolor, pero piensa en el Señor y en cómo José resolvió los problemas. Nunca condenes a un hijo”, demandó.
Además, hizo mención sobre la tarea de las madres que acompañan a sus hijos durante la presión, y recordó escenas vividas en Buenos Aires. “Allí estaban las madres, esas madres que ante el problema de un hijo que ha cometido un error, ponían su cara, no se escondieron y lo acompañaron, siempre. Qué valor”, afirmó el máxima autoridad.
Cabe destacar que Francisco ha rechazado el destrato a los hijos homosexuales en las familias en más de una oportunidad y ha hecho menciones sobre el tema. En 2018, de vuelta de Irlanda, en el marco del Encuentro Mundial de las Familias, fue consultado sobre las palabras que le aconsejaría a padres de un hijo gay y respondió: “Ignorar al hijo o la hija con tendencias homosexuales sería una falta de maternidad y paternidad. Eres mi hijo o mi hija como eres”.
Es de público conocimiento que la doctrina católica no acepta el matrimonio entre personas del mismo sexo y el Papa ha contribuido a dejarlo en claro en varias ocasiones. “Son hermanos y hermanas y les tenemos que acompañar”, declaró en una oportunidad, pero descartó inmediatamente cualquier apertura de la Iglesia en lo relativo al sacramento.
A pesar de algunos guiños, el Pontífice reafirmó en más de una oportunidad que los sacerdotes “no pueden bendecir las uniones entre personas del mismo sexo”. “No es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio, como es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo. La presencia en tales relaciones de elementos positivos, que en sí mismos son de apreciar y de valorar, todavía no es capaz de justificarlas y hacerlas objeto lícito de una bendición eclesial”, rezaba en el documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe. (DIB)