Argentina vs. Brasil: ¿me quedo o me voy?

El verano está a pleno y muchos viajeros, en medio de la pandemia, optan por pasar unos días en el país. Otros ya armaron las valijas para ir al exterior.

En medio de la pandemia de coronavirus que vuelve a sacudir con casos al país, muchos viajeros ya tienen todo listo para empezar sus vacaciones. Algunos optan por quedarse en Argentina y disfrutar de sus playas, aunque con las fronteras abiertas otros ya piensan en la arena brasilera.

Objetivo bonaerense

Mar, médanos, sol y bosques: la Costa Atlántica bonaerense es el destino preferido por los argentinos a la hora de planear las vacaciones. A lo largo de 1.200 km de playas, cada turista puede encontrar un balneario a su medida. Sitios clásicos y otros algo más exclusivos, dan un abanico variopinto para disfrutar de unos días en verano.

Entre la entrañable Rambla, el puerto, los teatros que en enero y febrero ofrecen una cartelera amplia, sus museos, el centro y su comida variada, Mar del Plata se renueva en cada receso para ser un destino de playa, sol y arena. Los acantilados y las playas del sur, el Bosque Peralta Ramos, las sierras y lagunas, las amplias bahías y escolleras, sus lagunas y arroyos, hacen que se convierta en uno de los destinos más elegidos del país, de esos lugares que todos alguna vez fueron y quieren volver. También es diversión, pubs, discotecas y cervecerías, que este año tendrán sus protocolos especiales por la pandemia de coronavirus.

Villa Gesell siempre fue el balneario preferido por los jóvenes, aunque desde hace años también por las familias que buscan un partido que ha crecido y sabe dar muy buenos servicios. A las playas y los paseos por la avenida 3 y la Costanera se suman paseos guiados hasta el faro Querandí, el Pinar del Norte, Mar de las Pampas, Mar Azul y Las Gaviotas.

Desde ciertos aires de exclusividad de Cariló, pasando por la vida familiar de Ostende o la movida clásica en las playas del centro, el partido de Pinamar espera al viajero con sus 23 kilómetros de arena aprovechable. Además de las caminatas al borde del mar, uno puede internarse en las dunas o en el bosque. Hay más de 30 balnearios y para todas las generaciones y gustos. Los tradicionales y familiares y los que marcan la movida joven y trendy con recitales en vivo.

Aunque Necochea es más conocida por sus playas, muchos de los atractivos de esta localidad de 85 mil habitantes se pueden en realidad disfrutar durante todo el año. Más allá de sus arenas amplias, uno de los imanes es el Parque Miguel Lillo, lindero al mar. El pulmón de la ciudad cuenta con 640 hectáreas de características especiales en el país, dado que alberga una frondosa vegetación: más de un millón de árboles, en su mayoría eucaliptos y pinos, componen un paisaje matizado de dunas, al que el estanciero Carlos Díaz Vélez, pionero en las plantaciones del lugar, le dio un perfil bellísimo.

Playas Doradas ofrece un paisaje serrano de impactante belleza. (Archivo)

Rumbo al sur argentino

A 30 kilómetros de Viedma, en la provincia de Río Negro, está El Cóndor, el tranquilo balneario que ofrece amplias playas que corren del noreste al sudoeste en la entrada al Golfo de San Matías, avistaje de aves, deportes de viento, pesca, visita al faro más antiguo de la Patagonia y exquisitas propuestas gastronómicas. Una de las playas elegidas aquí, ubicada al comienzo de los acantilados, es la del Faro, que permite el ingreso de autos. Sobre la barranca, uno puede transitar el Sendero del Acantilado entre jotes, golondrinas, águilas moras, carpinteros, halconcitos, gaviotas y chimangos.

Hacia el este de Sierra Grande, en la costa atlántica de Río Negro, Playas Doradas ofrece un paisaje serrano de impactante belleza que invita a relacionarse con la naturaleza y las actividades al aire libre. Este balneario surgido a fines de la década del 80 ofrece una playa de arenas finas en suave pendiente de 3 km de largo. Quien visite el lugar encontrará una tranquilidad y una belleza sin igual y el placer del aire puro y la brisa del mar. Es ideal para caminatas, deportes de playa, cabalgatas y mountain bike, pero también se puede pescar (mero, cazón, lisa, pulpo), bucear, hacer snorkel y pasear en cuatriciclos.

A 13 km de Rawson y ubicada sobre la bahía Engaño, Playa Unión es una tranquila villa de la provincia de Chubut con extensas playas de fina arena, que se caracterizan por su limpieza y por carecer de algas, y que son acariciadas por fuertes olas debido a su geografía frente al mar abierto. Esta playa que debe su nombre al barco italiano “Unión”, que naufragó en la zona por un temporal, se hizo famosa por ser un excelente escenario para ver toninas overas, delfines endémicos de las costas patagónicas que aquí suelen nadar muy cerca de la playa.

Emplazado en una pintoresca bahía entre Cabo Curioso y Punta Desengaño, Puerto San Julián constituye un lugar ideal para conocer, disfrutar y descansar situado en el litoral atlántico. A tres kilómetros de la Ruta Nacional Nº 3, la ciudad está a 360 km al norte de Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz. Las playas están hacia el norte de la ciudad, reparadas por altos acantilados. Algunas de ellas son Los Caracoles, Punta Caldera y Cabo Curioso; todas amplias y custodiadas por un faro y con la compañía de una colonia de cormoranes de patas rojas. 

TU GUÍA ARGENTINA

Transporte: ir en auto a alguno de los destinos dependerá de la ciudad que se parte. En caso de ir en avión a la costa sur del país, como puede ser Río Gallegos desde Buenos Aires, parte desde los $24.000.

Hospedaje: dependen de la ciudad y la comodidad del lugar. Un hotel 3 estrellas en Mar del Plata promedia $10.000 la noche para dos personas, un departamento en Villa Gesell los $15.000 mientras que si se busca una cabaña en Cariló para cuatro personas no baja de los $30.000 el día.

Comida: para salir a comer en un restaurante de precios medio, una familia de 4 debe considerar un gasto que rondará los $ 7.500.

Florianópolis, uno de los imanes para argentinos en Brasil. (Archivo)

Brasil, siempre Brasil

La isla de Santa Catarina, repleta de contrastes, es junto a Río de Janeiro los dos destinos de Brasil más elegidos por los argentinos. Ubicada al sur del vecino país, lo que permite que muchos lleguen hasta allí en auto, en sus 58 kilómetros de largo y 18 de ancho cuenta con 42 playas oficiales, algunas de ellas bien escondidas. La movida turística se adapta a todos los gustos y edades. Están los paisajes más agrestes, los que proponen una hotelería de lujo, los que invitan a practicar deportes acuáticos y los que son ideales para compartir en familia. Aunque lo bueno es que, por las cortas distancias, en un mismo día uno puede optar por dos o más planes.  En el norte se encuentran las familiares y bulliciosas Canasvieiras, Ingleses, Jureré y Santinho, así como Cachoeira do Bom Jesus y Ponta das Canas. Para practicar surf se destacan Praia Brava y Mole (con vida nocturna), así como Joaquina (tiene dunas para sandboard) y Barra da Lagoa.

Río de Janeiro, por su parte, conquista al viajero con playas únicas, paisajes inmensos y mucha fiesta en sus calles. Mezcla de mar, morros y urbe, y también con su espléndido capital cultural fruto de la historia brasileña y de la infinidad de extranjeros que transitan sus playas, la ciudad del carnaval es una de esas que siempre atrapan al viajero. La franja balnearia, un cordón que abarca el área de Copacabana, Ipanema, Leblon y Barra de Tijuca, en la zona sur, es la referencia para aplacar el calor, bañarse, surfear, caminar o simplemente descansar en las playas. Entre los clásicos para visitar está la estatua del Cristo Redentor y el Pan de Azúcar, un morro al que se accede a través de un teleférico llamado bondinho.

En la capital de Alagoas, Maceió, el mar es verde y cálido, la arena es blanca y hay 17 lagunas que se comunican entre sí y con los ríos. Con una población de casi un millón de habitantes, este sitio tiene una serie de encantos que en la década del ‘90 lo convirtieron en uno de los destinos preferidos por los argentinos. Entre las playas más visitadas del centro está Pajucara, donde se realizan paseos en las conocidas jangadas de los pescadores para adentrarse y recorrer los acuarios naturales con millonadas de peces de colores. Y a 21 kilómetros de la capital del estado de Alagoas, Praia do Gunga es considerada una de las 10 más lindas de todo el estado de Brasil.

A una hora de viaje hacia el sur de Recife, Porto de Galinhas, el principal balneario de Pernambuco, es un encantador pueblo de pescadores con 18 kilómetros de arena blanca y fina, atractivas palmeras y un mar transparente que, en algunos puntos, hasta parece una piscina.

Natal, la capital de Rio Grande do Norte, también es un imán para los argentinos. En la zona de Ponta Negra hay una seguidilla de hoteles y bares, con el Morro do Careca como telón de fondo. Para ir un día con excursión, hay dunas de hasta 30 metros de altura, y en la playa Genipabu se practican deportes náuticos. Mientras que en el litoral sur, Pipa es uno de los rincones más apacibles del Nordeste, con acantilados, piscinas naturales de aguas tibias y espíritu joven.

TU GUÍA BRASILERA

La moneda: un dólar equivale a 5,6 reales.

Transporte: ir en auto desde Buenos Aires a la ciudad brasilera, ida y vuelta, ronda los $ 40.000. A eso habría que sumarle una noche de hotel si es se decide hacer una parada ya que son unos 1600 km. Un vuelo para enero parte de los $53.500 por Aerolíneas Argentinas (solo equipaje de mano).   

Hospedaje: se encuentran hostels a 50 reales diarios u hoteles desde 200 reales (unos $ 3600). Sin embargo, los valores más usuales arrancan desde los $ 12.000 por noche para cuatro personas.

Comida: agua, 5 reales; cerveza en lata, 7 reales; caipirinha, 18 reales; porción mixta de frutos de mar, 140 reales; comer en un restaurante 85 reales. (DIB) FD

*Nota publicada en el suplemento De Viaje

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