Por Rodrigo Márquez, de la redacción de DIB
“Me di el gusto de correr con mis ídolos, con los hijos de mis ídolos y con los nietos de mis ídolos”, dijo Guillermo Javier Ortelli en la tardecita del martes 16 de noviembre, cuando en una conferencia de prensa anunció su retiro como piloto profesional. El 2021 quedará marcado por siempre como el año en el cual el dueño de siete coronas de TC, aquel que llegó a correr cinco competencias en ruta, colgó el casco y se bajó del auto por última vez.
El “Rey de Salto” compartió pista con Luis Rubén Di Palma, con sus hijos José Luis, Patricio y Marcos, y en el último tiempo con su nieto “Josito”. Desde su debut con triunfo el 11 de septiembre de 1994 en las 2 Horas de Buenos Aires, afrontó 407 carreras en la más popular y dejó atrás a otros históricos del automovilismo argentino como Omar Martínez (365), Christian Ledesma (352) y Roberto Urretavizcaya (352).
En ese camino que incluyó batallas contra tres generaciones distintas, Ortelli cosechó 32 victorias en finales, 92 en series, se subió 98 veces al podio y marcó la pole en 32 ocasiones. Pero lo que más sorprende -y vale- son los siete campeonatos de TC (1998, 2000, 2001, 2002, 2008, 2011 y 2016). Tuvo muñeca para superar a Juan María Traverso (6), Oscar Gálvez (5), Dante Emiliozzi (4), Héctor Luis Gradassi (4), Agustín Canapino (4), Roberto Mouras (3) y Oscar Castellano (3), entre otros. Solo quedó debajo de Juan Gálvez, nueve veces campeón.
El último rutero
Los números respaldan la grandeza del máximo ídolo de Chevrolet, pero no explican del todo el cariño que le tiene la gente, un afecto que excede a la marca que lo identifica. Los más nostálgicos, por ejemplo, recordarán al “Guille” como el último piloto que llegó a correr en ruta. En tiempos de autódromos y Copa de Oro, fue el representante de otra época del Turismo Carretera.
El “Séptuple” disputó cinco competencias en ruta: dos veces en Bolívar, en 1995, y en tres oportunidades en Santa Teresita, en 1995, 1996 y 1997.
Años difíciles
El último triunfo de Guillermo Ortelli en el Turismo Carretera data del 2 de octubre de 2016 en Concepción del Uruguay, hace ya poco más de cinco años. Aquella temporada, el “Rey de Salto” conquistó la séptima corona y desde allí no logró el protagonismo que tuvo desde sus comienzos.
Pero los años más duros, sin duda, fueron el 2020 y el 2021. A finales de la campaña pasada dejó el JP Carreras y pasó al Dole Racing, pero no obtuvo resultados y al poco tiempo emigró al LCA Racing. Finalmente, regresó a su viejo y querido JP.
Cuatro roturas de motor en cuatro fechas y un auto sin condiciones para pelear arriba, le dieron lugar a la idea del retiro. “Siempre dije que, si en algún momento se me cruzaba por la cabeza dejar de correr, le iba a dar importancia. Eso ocurrió y nunca me había pasado hasta acá. Así que puede estar cerquita”, decía, a modo de alerta, en la competencia de Viedma.
Una más y no jodemos más
En la cita de San Juan, que definió el campeonato a favor de Mariano Werner, hubo una despedida para Ortelli. El piloto bonaerense recibió el cariño del público, de las autoridades de la ACTC y, sobre todo, el respeto de sus colegas, quienes le dedicaron unas palabras, uno tras otro, minutos antes de largar.
Pero lo ocurrido en El Villicum fue solo un anticipo. Es que el 17 de abril de 2022, cuando el TC dispute su cuarto capítulo en Toay, La Pampa, el nacido en Salto tendrá su carrera homenaje. Será, esa sí, su última vez arriba de un auto de carreras. Su legado, en cambio, permanecerá por siempre entre los amantes de los fierros.
Temprano adiós de Alberto Canapino

El automovilismo argentino arrancó el año con un mazazo: el 15 de febrero, la noticia de la muerte de Alberto Canapino sacudió a todo el ambiente. El chasista, uno de los mejores preparadores del país y quien alistó a once autos campeones del TC, había contraído coronavirus diez días antes y aquella fatídica tarde su cuadro se complicó y falleció tras sufrir un paro cardíaco.
Su hijo Agustín fue la cara del dolor, pero así y todo se mantuvo competitivo durante todo el año y logró el título del Súper TC2000, con un Chevrolet que llevó la firma de Alberto.
De Paraná salió el nuevo bicampeón

El título más preciado, ese que todos los pilotos sueñan con ganar y que tan difícil es de obtener, quedó en poder, por segundo año consecutivo, de Mariano Werner. El representante de Ford se consagró bicampeón del Turismo Carretera tras una temporada en la que no dejó dudas, con 4 triunfos sobre 15 competencias.
“Pechito” se metió en la historia

El 2021 no fue un año más para José María “Pechito” López. El piloto cordobés ganó las históricas 24 horas de Le Mans en conjunto con el británico Mike Conway y el japonés Kamui Kobayashi y emuló así lo hecho por José Froilán González en 1954. Además, ese éxito lo catapultó a la obtención del Campeonato Mundial de Resistencia por segunda temporada consecutiva, título por el que recibió una distinción de parte de la FIA.
F1: final de película para un Mundial de película

Si no fue el mejor año de la historia de la Fórmula 1, le pasa cerca. Por las emotivas carreras, claro, pero sobre todo por la feroz rivalidad entre Max Verstappen y Lewis Hamilton, un duelo que se repitió en cada uno de los 22 Grandes Premios y que se trasladó a las oficinas de Mercedes y Red Bull.
La definición del campeonato fue una foto de lo que ocurrió durante toda la temporada: los dos candidatos al título batallando rueda a rueda durante una vuelta entera y resolviendo el resultado final mediante una maniobra agónica.
Fue Verstappen el campeón, un campeón que sin dudas pasará a la historia. No solo por haber obtenido el Mundial, sino también por la forma en que lo consiguió y a quién se lo ganó. Es que enfrente tenía a un siete veces campeón a bordo de un Mercedes que reinó durante toda la era híbrida.
Un dato que refleja la paridad y la emoción de un año inolvidable es que los dos aspirantes a la corona llegaron empatados a la última fecha en Abu Dhabi, algo que solo había ocurrido una vez en la historia de la categoría, en la puja de 1974 entre Emerson Fittipaldi y Clay Regazzoni.
La rivalidad en pista, que llegó a su pico más caliente en Arabia Saudita y tuvo capítulos intensos en Silverstone y Monza, se replicó en el escritorio, donde Red Bull y Mercedes lucharon sin tregua para obtener el guiño de la FIA.
Pasó un Mundial memorable, más parecido a una película de ficción que a la vida real. Ahora se viene una F1 distinta, con autos completamente nuevos. La batalla continuará y todos arrancarán de cero. RM (DIB)
Tenés que iniciar sesión para comentar.