Por Gastón M. Luppi, desde Tokio
La “zona mixta” (el “vestuario” de las viejas transmisiones radiales) es el punto de encuentro entre deportistas y periodistas a metros y a minutos de finalizada una competencia. Allí el contacto suele ser con las pulsaciones todavía a mil, y muchas veces es el sitio de desahogo, o de quiebre. Hasta allí la marplatense Belén Casetta llegó sin consuelo. “Se me contracturó el gemelo derecho y no pude más”, dijo y rompió en llanto. Acababa de competir en su serie de los 3.000 metros con obstáculos en la que registro un tiempo de 9m52s89, por detrás de los 9m45s79 que logró esta temporada en el Sudamericano de Guayaquil (Ecuador), y muy lejos de su mejor marca de 9m25s99 (récord sudamericano en el Mundial de Londres 2017).
Según le dijo a la Agencia DIB, sufrió la contractura “en el primer kilómetro, faltaban dos encima”. “La terminé porque no iba a abandonar acá. Después de todo lo que preparé, por toda la mierda que pasé, te da bronca que te pase esto acá”. “Siento bronca, bronca. Me quiero ir a mi casa y olvidarme un poco de todo esto”, alcanzó a decir con frases entrecortadas. “Tanto sacrificio para una carrera de mierda”, agregó.
La deportista de 26 años finalizó en el 36º puesto de la clasificación general, sobre un total de 41 competidoras. Fueron para ella sus segundos Juegos Olímpicos de mayores, después de su participación en Río de Janeiro 2016, en los que corrió por debajo de su marca de Japón (9m51s85).

Un año difícil
Casetta fue una de las primeras deportistas que alzó la voz el año pasado, en el momento de mayores restricciones. Pero sus quejas no tuvieron el eco que lograron las de la nadadora Delfina Pignatiello. Antes de que se reprogramaran los Juegos, la marplatense se había entrenado en Kenia, desde donde no le fue fácil volver justamente por la pandemia. Después, en sus redes reclamó poder volver a entrenarse fuera de casa. Con el tiempo se trasladó a Tucumán y desde entonces fue haciendo base allí, en San Luis y en Cachi (Salta), entre otros. Tuvo competencias en Europa, participó del Sudamericano de Guayaquil y también regresó a Kenia.
Sin embargo, en su serie de estos Juegos Olímpicos el resultado no fue el deseado. Y tampoco lo fue el contexto en el que se desarrolló la competencia. “Todo esto es estresante: el viaje, la preparación, la lucha de estar allá, todo. Nervios todos los días, cruzando los dedos para que me dé negativo al otro día el hisopado. Ya estoy cansada también de todo esto. Desde el año pasado que la venimos peleando por la pandemia. Entonces esto ya me cansa”, lanzó.
Sin consuelo, “me planteo tantas cosas que podría haber estado haciendo pero me preparé para esto y me salió así. Ya está, te juro que tengo una bronca que no tengo ni ganas de pensar”, le dijo a DIB a modo de cierre.
Solo los maratones
Cumplida la participación de Casetta, solo resta ahora que compitan Marcela Gómez, Joaquín Arbe y Eulalio Muñoz en los maratones que se realizarán los días 7 y 8 en Sapporo. En cambio, junto a Casetta el otro argentino en las pruebas de pista y campo era el santafesino Germán Chiaraviglio (salto con garrocha), quien se perdió los Juegos a causa de su caso de covid positivo ya en la Villa Olímpica. (DIB) GML
Tenés que iniciar sesión para comentar.