La Comisión de Presupuesto del Senado comenzó a debatir esta tarde un proyecto de declaración en el que se solicita al Ministerio de Economía que los fondos que desembolsará el Fondo Monetario Internacional (FMI) por Derechos Especiales de Giro al país, se apliquen a financiar políticas que mitiguen los efectos de la pandemia de coronavirus.
El impulso a la iniciativa, que fue presentada tres semanas atrás, se da en un contexto político marcado por la tensión interna entre Guzmán y el kirchnerismo de modo abierto en torno al nivel de incremento que deben tener las tarifas energéticas y, en un plano menos expuesto, acerca del nivel de ajuste o expansión del gasto social de la economía en general.
El senador Oscar Parrilli, habitual vocero de las posiciones del cristinismo, se preocupó por destacar en ese marco que el proyecto tiene por objetivo el Fondo Monetario Internacional y no ponerle límites al accionar de Guzmán, quien lleva adelante la renegociación con el organismo multilateral de crédito de los vencimientos de la deuda que operarán durante este año.
“Este proyecto tiene un claro destinatario y es el FMI. Lo que queremos plantearle desde el Congreso argentino es que el trato que ellos quieren tener con los países avanzados es el que queremos para nosotros, especialmente para los países deudores del FMI, que es a lo que más exigen medidas que agrandan las desigualdades sociales”, afirmó Parrilli.
La oposición tuvo una mirada exactamente opuesta: “Claramente el proyecto está destinado no al Fondo Monetario sino al ministro Guzmán; se necesita marcarle la cancha con lo que hay que hacer con estos recursos”, afirmó Julio Martínez (UCR-La Rioja). El radical riojano fue más allá y destacó que “el propio FMI dice que (el aporte de fondos) no es para pagar deuda”. “No le veo necesidad a este proyecto”, remató.
Luego del pico de tensión del kirchnerismo con Guzmán, que se dio entre el viernes y el lunes, cuando el ministro intentó sin éxito echar del gobierno al subsecretario de Energía, Federico Basualdo, que fue defendido por La Cámpora, ayer el oficialismo buscó dar por superado el entredicho y exhibir unidad interna. Fue durante un acto en Ensenada, en el cual participaron el presidente Alberto Fernández, la Vice Cristina Fernández, el presidente d Diputados Sergio Massa y el gobernador Axel Kicillof.
El monto en juego que el bloque kirchnerista del Senado pretende indicarle a Guzmán que use para paliar los gastos de la pandemia ascenderían a unos US$ 4300 millones que el FMI repartiría en agosto próximo, de manera proporcional a su participación en el organismo, entre sus países miembros en concepto de derechos especiales de giro. Se trata de activos creados por el organismo destinados a fortalecer las reservas monetarias de sus socios.
En materia de gasto social también hubo puntos de vista cruzados, aunque menos extremos. El ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, dijo por caso que se necesita una nueva edición de IFE, el Ingreso Federal de Emergencia que rigió el año pasdado, pero el gobierno rechazó, al menos por ahora. (DIB) AL