Provincia y Ciudad buscaron acercar posiciones y se avanzó en nuevas restricciones

Ante el golpe de la segunda ola, las autoridades de ambas jurisdicciones se reunieron con funcionarios nacionales para analizar la situación.

Con la mediación del Gobierno nacional, autoridades de la provincia de Buenos Aires y porteñas acercaron este lunes posiciones en torno a la segunda ola de coronavirus y si bien aún no se anunciaron restricciones, se avanzó en un esquema que terminará de definirse en las próximas horas y que limitará algunas actividades.

El aumento de casos registrado en las últimas semanas en el AMBA apura la necesidad de tomar medidas para contener el avance de la segunda ola de la pandemia. Y el número de 272 muertes del lunes, la cifra más alta en los últimos dos meses, es un claro ejemplo para las autoridades que se deben tomar medidas ahora, antes que el frío castigue más de lleno.

En la Provincia, el plan apunta a un mayor control en el transporte público y en actividades recreativas y nocturnas, y eso dejó en claro en Casa Rosada el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, que se reunió con su par porteño Felipe Miguel y el nacional Santiago Cafiero.

Para avanzar en esta definición y darle las últimas puntadas a las nuevas restricciones se volverán a reunir este martes a las 14, en Balcarce 50. Otra vez se sentarán alrededor de la mesa Cafiero, Bianco, Miguel, y la ministra de Salud nacional, Carla Vizzotti, el vice bonaerense Nicolás Kreplak y el porteño Fernán Quirós. Para esta jornada todos tendrán que traer definidas las medidas que están dispuestos a tomar y consensuarán cuáles son las restricciones que se van a aplicar.

Más allá de las definiciones que se tomen en las próximas horas, lo cierto es que hasta el viernes rige el actual decreto por el que se prorrogaron las medidas de distanciamiento. Es decir que a partir del sábado, seguramente, empezará a regir el sistema que la Provincia busca sea más duro de lo que, en principio, propone la Ciudad.

El gobierno de Axel Kicillof evalúa avanzar con restricciones a la nocturnidad, las actividades recreativas, en especial en lugares cerrados, y al transporte público, que desde hace tiempo no tiene controles, a pesar de que todavía sigue reservado para trabajadores esenciales. Mientras que Horacio Rodríguez Larreta se resiste a cerrar actividades y pide acelerar los testeos. Por ahora, la coincidencia por las clases, que seguirán de forma presencial.

En el área metropolitana de Buenos Aires los contagios se dispararon 60% con foco en la nocturnidad y reuniones sociales donde el segmento etario más afectado va de los 19 a 30 años. Por eso una de las propuestas que se analizó es aplicar un cierre allí desde las 22 o la medianoche, y hasta las primeras horas de la mañana. Eso impactaría muy fuerte en el sector gastronómico, y es aquí donde busca resistir la Ciudad.

Cafiero actuó como un mediador y facilitador de las partes teniendo en cuenta que la directiva del presidente Alberto Fernández es que cada jurisdicción dicte sus propias medidas para pagar el costo político de cualquier cese de actividades o confinamiento por franja horaria. Sin embargo, es clave que el AMBA actúe en conjunto, como se dio en gran parte del año pasado.

Dura advertencia

Uno de los que advirtió sobre la dura situación que se vive desde los últimos días es el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, quien emitió un fuerte mensaje para advertir que es “imprescindible” bajar la circulación del coronavirus y de ese modo “evitar que el sistema de salud se sature”, ante la inminente segunda ola. 

“El aumento de casos de Covid y la ocupación de camas se acelera día a día. Es imprescindible bajar la circulación viral mientras se vacunan los grupos de mayor riesgo”, escribió Gollan en su cuenta de Twitter. El ministro remarcó que “la vacuna baja enormemente la mortalidad, pero hay que evitar YA que el sistema de salud se sature”.

Hoy, antes del encuentro en la Casa Rosada, Kicillof se reunió con el comité de expertos para determinar los próximos pasos y después habló con los intendentes, quienes deberán reforzar los controles. “Hay que llamar nuevamente la atención de la sociedad”, advirtió el gobernador.

El primero en salir a respaldar en público al mandatario fue el jefe comunal de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, llamó a tomar “medidas urgentes” para disminuir la circulación del virus. “No se trata de que nos guste o no nos guste restringir. Por supuesto que queremos que la economía funcione, pero la segunda ola es una realidad mundial”, sostuvo. (DIB) FD

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