En medio de la preocupación por el aumento en los casos de coronavirus y las dificultades en el avance del proceso de inmunización que se repite en casi todo el mundo, el PRO insiste con el reclamo al Gobierno nacional para que le permita a las provincias, a los municipios y a las entes privados adquirir vacunas, algo que no sucede casi en ningún país.
Fue la presidenta del partido, Patricia Bullrich, la que una vez más puso sobre la mesa el pedido para que el Gobierno abra “las puertas para más vacunas”. Lo hizo después de responder a los cuestionamientos que el oficialismo le hizo al documento publicado por los referentes de Juntos por el Cambio.
“Yo se lo dije 20 veces al presidente: dejen que las provincias compren la vacuna. Dejen que los laboratorios compren. Dejen que las farmacias compren. El sistema más efectivo de distribución de la vacuna en los Estados Unidos son las cadenas de farmacias”, sostuvo Bullrich a través de Twitter. Este pedido también lo hizo el ex senador peronista y actual integrante de Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto.
Sin embargo, lo que pide Bullrich sobre la compra de vacunas por parte de privados no es algo que esté pasando en el mundo, aunque muy pocos países sí empezaron a debatirlo. De hecho, los expertos plantean que en la actualidad este camino no es la mejor solución ante la escasez de vacunas a nivel mundial, y provocaría una mayor inequidad en la distribución de dosis.
Son muy pocas las naciones que sí avanzaron en liberar el “mercado” de vacunas. En Brasil, por ejemplo, la Cámara de los Diputados aprobó este martes un proyecto de ley que facilita a las empresas privadas comprar vacunas para inmunizar a sus trabajadores, lo que ya había sido previamente autorizado por el Congreso. En Colombia, Perú y Ecuador también existen debates al respecto, pero eso no pasa en Europa ni en Estados Unidos, país que prohibió la exportación de vacunas y usó una ley militar para obligar a privados a producir. (DIB) FD