El intendente de Tandil, Miguel Lunghi, ratificó en su cargo al Director de Salud Comunitaria Pablo Díaz Cisneros, quien esta semana quedó envuelto en el escándalo de las “Vacunas VIP” luego de que se conociera que su esposa había sido inoculada junto a otros funcionarios que no se encontraban dentro de la población objetivo de la campaña actual.
Según informó el diario Nueva Era, Díaz Cisneros presentó su renuncia en las últimas horas, luego de que creciera el escándalo por la vacunación en el distrito, pero Lunghi se la rechazó y lo ratificó en el cargo.
Las denuncias que se conocieron esta semana involucran al chofer del intendente, Roberto Pérez, a Patricia Rizzardi, esposa de Díaz Cisneros, y el exjefe de Gabinete local y hombre de confianza de Lunghi, Julio Elichiribehety.
De Pérez, en la comuna afirmaron que es “nexo permanente” con el intendente -perteneciente a grupos de riesgo por su edad-, mientras que la mujer de Díaz Cisneros es coordinadora de una Casa de Abrigo para víctimas de violencia de género y “frecuenta de forma constante el Hospital Municipal Ramón Santamarina para cumplir sus funciones”.
En el caso de Julio Elichiribehety, se expuso que “no forma parte del gobierno municipal” y “fue vacunado por indicación de una dependencia provincial, por tratarse de personal esencial”.
Tras conocer las denuncias, el Jefe de Gabinete provincial, Carlos Bianco, aseguró que “está hecha la denuncia, por un vecino de Tandil, por una supuesta irregularidad en la que se vacunó el chofer del Intendente y la esposa del encargado del plan de vacunación (por Patricia Rizzardi)”, de quien advirtió que “no es trabajadora de la salud, ni mucho menos”.
“Nosotros a diferencia de lo que hacen otros, no vamos a prejuzgar. Vamos a investigar si efectivamente se vacunó, si correspondía, si hubo certificado trucho, si hubo favor, o lo que sea. Es lo que corresponde hacer. Y luego vamos a tomar las medidas que correspondan, en tanto y en cuanto sean competencia de la provincia”, señaló. (DIB)
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