Mara Gómez: “Hoy no solo podemos hablar de fútbol femenino, sino también de fútbol inclusivo”

La delantera de Villa San Carlos de Berisso se convirtió hoy en la primera futbolista trans que juega en la máxima categoría de AFA.

Mara Gómez no solo quería jugar al fútbol, lo necesitaba. En esos términos se lo planteó al presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio “Chiqui” Tapia, quien a decir de ella la escuchó y comprendió el sentido de sus palabras. Y así, Mara Gómez, delantera del Club Atlético Villa San Carlos de Berisso, se convirtió esta mañana de lunes en la primera jugadora trans en la máxima categoría del fútbol femenino del país.

“Todavía no caigo, yo vine a jugar con mis compañeras y a disfrutar de esto, nada más”, le dice Mara a la Agencia DIB, inmediatamente después de haber charlado con la agencia francesa de noticias France Presse. Es que el encuentro que Villa San Carlos y Lanús jugaron desde las 9 de la mañana fue televisado en directo por TNT, contó con la presencia de un móvil de ESPN y periodistas de la citada AFP, la estadounidense AP y la británica Reuters, entre otros. “Creo que con el correr de los días recién voy a empezar a caer. Yo vine a jugar, vine a disfrutar: amo al fútbol y, como lo dije siempre, es mi terapia, necesito consumirlo. Así que me enfoqué solamente en mis compañeras y en mi equipo, y en mí. No es que me puse nerviosa, o me inhibió ver tanta prensa, tantos medios o que hayamos sido televisadas. Fue simplemente disfrutar, en estos días voy a empezar a caer”.

Cuenta Mara que el fútbol, literalmente, le salvó la vida. Es que un día, a los 15 años, caminó rumbo a la transitada avenida 520 de las afueras de La Plata decidida a quitarse la vida. Y allí apareció una vecina -amiga- que no solo la “rescató”, sino que además la invitó a sumarse a los picados de fútbol. Con el tiempo Mara recaló en la Liga Amateur Platense de Fútbol, donde cosechó títulos y fue goleadora. Y a comienzos de este año se sumó al plantel de Villa San Carlos, que juega en la máxima categoría del fútbol femenino de AFA.

Presentada como jugadora “La Villa” en enero, debió esperar hasta mediados de marzo para conocer la respuesta final de la AFA. Sin embargo, por esos días se decretó la cuarentena y hasta el fin de semana pasado -últimos días de noviembre- no hubo fútbol femenino. Justamente, por la primera fecha del denominado Torneo de Transición, contra Racing en Sarandí, Mara hizo el calentamiento precompetitivo junto a sus compañeras pero no pudo jugar; contra lo que se creía, la habilitación no llegó. Y recién fue la semana pasada cuando se confirmó que la delantera, ahora sí, estaba en condiciones de jugar esta mañana contra Lanús, en Berisso.

Mara Gómez: "Hoy no solo podemos hablar de fútbol femenino, sino también de fútbol inclusivo"
Mara Gómez, en acción, esta mañana frente a Lanús. – Eva Cabrera –

Estos meses fueron interminables. “Hubo momentos en el que quería dejar todo, no quería seguir”, le cuenta a DIB, pero rescata la figura de Lorena Berdula, su “representante”, la persona que la acompañó en este derrotero. “Por momentos yo estaba muy debilitada, pero ella me alentaba y me hacía ver la realidad de otra manera”. Es que no solo batalló contra una institución deportiva. “De por sí, la sociedad es difícil. Por eso primero hay que hacerse fuerte una y después ir a buscar. Y saber que si vamos a buscar algo, tenemos que atravesar todo tipo de obstáculos. Para mí fue muy difícil, pero acá estamos: yo puse el cuerpo y la voz, y la voluntad, y el corazón, y la fuerza de poder aguantar un montón de cosas”.

¿Y cuándo se convenció Mara de que podía cumplir su sueño de jugar en Primera? “Caí cuando fui recibida por ‘Chiqui’ Tapia y no tuvo ningún tipo de problema. Me brindó todo el respeto y su predisposición de poder llegar de la mejor manera posible a un acuerdo para jugar. Y la verdad que lo hicimos muy bien, y ahí dije ‘listo’, ya puedo jugar”. Y completa: “‘Chiqui’ Tapia supo escucharme y ver que había una necesidad mía, que había que hacer un cambio a nivel social. Podemos decir que de la mano de él pudimos lograr lo que es la inclusión dentro de lo que es el deporte, justamente en el fútbol, considerado por muchísimos años solamente para hombres. Y hoy no solo podemos hablar de fútbol femenino, sino también de fútbol inclusivo”.

Edición al margen, en todo momento la charla tiende a irse para el lado del fútbol. Es cierto: hace un rato Villa San Carlos perdió 7-1 y para Mara el fútbol es su “terapia”, necesita “consumirlo”. “La previa fue intensa, estaba muy nerviosa, con mucha ansiedad, con muchas sensaciones inexplicables. Fue entrar a la cancha y empezar a disfrutarlo, extrañaba estar dentro de una cancha, quería estar con mis compañeras jugando y hoy se pudo cumplir”. Y responde: “Sí, lo disfruté: salí y lloré porque no pude dar todo lo que tenía que dar. Pero ahora estoy un poco mejor, un poco más relajada…”, dice -lo admite- sin caer en el hecho histórico que protagonizó.

A modo de cierre, DIB le propone un título para este capítulo que acaba de escribir. Lo intenta, lo ensaya, empieza: “Este capítulo es el comienzo de una nueva vida. Y digo nueva vida porque años atrás claramente consideré que esto no iba a llegar a pasar nunca, que nunca iba a poder lograr ningún tipo de sueño mío por la discriminación, la exclusión… Cosas que me hacían pensar que no tenía que vivir, y hoy estoy acá. Si hubiera tomado otras decisiones años atrás hoy no estaba acá, estaba tres metros bajo tierra. Pero puedo decir que valió la vida haber pasado todos esos obstáculos, todo ese sufrimiento, y que hoy empiece a florecer”. 

Caso testigo

A grandes rasgos, la habilitación de Mara Gómez se resolvió bajo los mismos criterios que plantea el Comité Olímpico Internacional (COI) para los casos de “cambio de sexo e hiperandrogenismo”. De acuerdo con el COI, entre otros puntos, y tratamientos de por medio, “el atleta debe demostrar que su nivel de testosterona total en suero está por debajo de los 10nmol/L durante al menos doce meses antes de su primera competencia” y “el nivel de testosterona total en suero debe permanecer por debajo de los 10 nmol/L a lo largo del período de elegibilidad deseado para competir en la categoría femenina”.

A su vez, en Argentina todo está enmarcado también en la Ley nacional 26.743, de “Identidad de género”, que en su artículo 1 consigna que toda persona tiene derecho “a) al reconocimiento de su identidad de género; b) al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad de género; y c) a ser tratada de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de el/los nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada”. (DIB) GML

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