El gobierno nacional confirmó hoy que estudia un nuevo cierre del fronteras, para proteger al país del ingreso de la nueva cepa del Covid-19, pero en principio sería solo parcial: operaría para determinados países.
Según explicaron a DIB fuentes del gabinete nacional, la posibilidad de cerrar totalmente las fronteras es apenas la última opción posible, que solo se tomaría si hay un agravamiento muy sensible en la situación sanitaria.
Los ministerios encargados de monitorear la evolución y decidir el grado de apertura o cierre que debe aplicarse son los de Interior, Salud y Transporte, explicaron las mismas fuentes.
Así, tras la cancelación de vuelos con Gran Bretaña, donde se detectó la nueva cepa de coronavirus, que es un 70% más contagiosa que la anterior, ahora se mira con lupa lo que ocurre en Brasil.
No sería sólo el caso de Brasil. También algunos países europeos en los que se registró la aparición de la mutación del coronavirus, denominada N5017.
De todos modos, la aclaración llega casi de forma inmediata: “No van a ser cierres permanentes, sino quirúrgicos y temporales”, explican, descartando un cierre masivo de fronteras, similar al de marzo, cuando arrancó la pandemia.
Ahora, con miles de argentinos nuevamente en el exterior o con planes próximos de vacaciones, la intención es que cada cierre tenga un fundamento epidemiológico concreto, específico, y con plazos que lleven certidumbre a la población.
En cualquier caso, en Balcarce 50 no ocultan su preocupación por la aparición de la nueva cepa, que según distintos especialistas puede ser hasta un 70 por ciento más infecciosa y obligó a evaluar decisiones que, en medio de las negociaciones para acelerar la llegada de las vacunas parecían haber quedado en el pasado.
En tanto, en sintonía con la medida adoptada por Uruguay el domingo, que cerró sus fronteras en medio de una suba en la curva de contagios, tampoco se descartan cambios en cuanto al turismo extranjero de países limítrofes, cuya reapertura se produjo a fines de octubre. (DIB)