Casi la mitad de los hogares del AMBA vieron reducidos sus ingresos este año durante la cuarentena por el coronavirus, y en 2 de cada 5 familias hubo al menos una persona que experimentó problemas laborales, mientras que un tercio redujo el consumo de alimentos a raíz de esta situación. Todo esto pese a una fuerte suba de la inversión social, que alcanzó al 48% de los núcleos familiares.
Así se desprende del Estudio sobre el impacto de la Covid-19 en los hogares del Gran Buenos Aires, presentado este lunes por el Indec en base a datos recabados en la Ciudad de Buenos Aires y los 31 distritos del Conurbano que componen el Área Metropolitana (AMBA).
El reporte del organismo oficial marcó que el 49,3% de los hogares manifestó haber tenido una caída en sus ingresos respecto a la situación previa a la pandemia. Sin embargo, en aquellas familias en las que el jefe o jefa de hogar contaba con menores niveles de instrucción el porcentaje se elevó al 57,1%.
En tanto, en el 40,3% de los hogares al menos un integrante registró problemas de trabajo. Todavía peor: en aquellas familias con al menos un niño esa cifra trepó a casi la mitad (48,3%).
Como contrapartida, el 48% de los hogares encuestados recibió al menos una prestación del Estado, ya sea las tradicionales como la AUH o las creadas específicamente para la emergencia por el coronavirus, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
En el desagregado se especificó que el 26,8% de los hogares tenía algún miembro que, además de recibir alguna prestación social tradicional, accedió además a alguna de las prestaciones específicas correspondientes a las políticas implementadas a raíz de la pandemia. En tanto, el 21,2% no estaban alcanzados por prestaciones sociales previas y accedieron a una a raíz de la emergencia por la cuarentena y la pandemia del coronavirus.
Recortes
El reporte oficial también mostró que un tercio de las familias (33,8%) tuvo que reducir al menos un alimento (carne vacuna, otras carnes, verduras frescas o leche) por razones económicas. Esta situación se vio más marcadamente en el Conurbano, donde el porcentaje de hogares que redujo su dieta fue del 38%, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires cayó al 21,2%.
En tanto, el 45,8% de los hogares redujo el consumo de productos no alimentarios y el 28,6% dejó de pagar o tuvo problemas para cubrir los costos de los servicios de la vivienda.
Finalmente, solo el 4,6% tuvo problemas para acceder a medicamentos y el 8,6% para acceder a una consulta médica.
Cambio de hábitos
Por último, la encuesta elaborada por el Indec indicó que el 30,4% de los jefes y jefas de hogar desarrolló tareas laborales desde su hogar, a raíz de las restricciones generadas por la cuarentena.
Al mismo tiempo, el 65,5% de los hogares encuestados debió incrementar el tiempo dedicado a tareas domésticas. Sin embargo, el mayor peso cayó sobre las mujeres, que en un 64,1% de los casos se hicieron cargo de manera exclusiva de ese trabajo. Solo en el 15,1% de las encuestas se dijo que hubo una distribución equitativa de las tareas.
Otra “marca de época” está relacionada con las tareas escolares: el 66,1% de los hogares con presencia de menores en edad escolar, se incrementó el tiempo dedicado usualmente a la escuela. (DIB) JG