En octubre, una familia tipo necesitó casi $ 50.000 para no ser pobre

La canasta básica se disparó de forma récord en el último mes, empujada principalmente por la suba de alimentos. La línea de indigencia es de casi $ 21.000.

Una familia tipo necesitó $ 20.710 para no caer debajo de la línea de la indigencia y $ 49.911 para no ser pobre, luego de que en octubre se diera un importante salto de la canasta básica, que osciló entre el 5,7 y el 6,6% en solo un mes, muy por encima de la inflación.

Así lo determinó un reciente informe del Indec sobre la evolución de la canasta básica total (CBT) y la canasta básica alimentaria (CBA), cuyos valores determinan los ingresos que debería percibir una familia para no caer en la pobreza y la indigencia, respectivamente.

En cuanto a la CBT, el organismo mostró una suba del 5,7% en octubre, lo que marcó un incremento interanual del 40%. De este modo, un adulto solo necesitó $ 16.153 para satisfacer sus necesidades básicas de alimento, ropa y transporte, y una familia tipo (compuesta por una pareja de adultos y dos niños) requirió un total de $ 49.911.

Respecto de la CBA, que contempla únicamente las necesidades alimentarias, el Indec informó un aumento del 6,6% en octubre y del 45,8% interanual. Así, un adulto debió contar con $ 6.702 para no ser indigente, mientras que para una familia esa línea se elevó a $ 20.710.

El aumento de ambas canasta es el más alto en más de un año y se ubica cerca de los valores de noviembre de 2019. Además, las subas de octubre duplicaron la performance de meses anteriores, en los que no superaba los 3 puntos de incremento.

Diferencias

Según se precisó, la diferencia de aumentos entre la canasta básica total y la alimentaria reside en que la primera se vio beneficiada por el congelamiento de las tarifas de los servicios públicos y el transporte. En la segunda, en tanto, predomina el rubro “alimentos”, uno de los que más se incrementó este año. 

Según el Indec, la canasta básica alimentaria se determina tomando en cuenta “los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades”. 

En tanto, para determinar la canasta básica total se amplía la CBA, considerando los bienes y servicios no alimentarios. 

No obstante, diversos expertos no recomiendan este tipo de medición para determinar los niveles de pobreza e indigencia (conocidos como de carácter “monetario”) porque básicamente dependen de la evolución de los ingresos y la inflación, pero no tiene en cuenta otros aspectos más estructurales como la vivienda, el acceso a servicios sanitarios básicos como agua potable o cloacas, asfalto, etc. (DIB) JG

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