El tribunal de menores que juzga al policía bonaerense Luis Chocobar por el crimen de un joven que había asaltado brutalmente a un turista realizó esta mañana una inspección ocular en el barrio porteño de La Boca, donde ocurrieron los hechos.
El procedimiento estuvo a cargo de los jueces del Tribunal Oral de Menores 2, y del mismo participaron el propio Chocobar, sus abogados defensores y los de la querella. La inspección se inició en la esquina de las calles Del Valle Iberlucea y Olavarría, a una cuadra y media de donde sucedió el ataque, y se extendió hasta el lugar donde cayó muerto el joven Juan Pablo Kukoc, quien minutos antes había apuñalado al turista estadounidense Frank Wolek.
Durante la recorrida, Chocobar se mostró tranquilo. Fernando Soto, uno de los abogados del policía, señaló que el procedimiento “le trajo muchos recuerdos; tenía su vida ahí y se tuvo que mudar porque lo empezaron a amenazar”. Y agregó: “Precisó mucho más el relato con el lugar. Iba relatando lo que pasó en cada lugar pero siempre me dijo exactamente lo mismo de cómo fueron los hechos”.
El caso
El hecho se produjo el 8 de diciembre de 2017, cuando Kukoc junto a un cómplice abordó a Wolek y le asestó varias puñaladas con el objetivo de quedarse con su cámara de fotos.
Cuando escapaban, Kukoc fue retenido por un grupo de personas que presenciaron el ataque, y en ese momento llegó Chocobar, quien inició una persecución que terminó cuando el joven ladrón cayó herido por una bala disparada por el agente, que cumplía funciones en la Policía Local de Avellaneda.
Para Luis Cevasco, otro de los abogados defensores de Chocobar, “la bala que derriba a Kukoc es una bala que le pega en la pierna, no es la bala que luego lo mata”. El letrado explicó que luego hay un bala que rebotó en el piso e ingresa por la espalda y que “eso está absolutamente demostrado, porque la bala tiene restos de pavimento”.
Por su parte, el abogado Pablo Rovatti, quien representa a la familia de Kukoc, aseguró que la inspección judicial viene bien “para entender las distintas perspectivas de los distintos testigos”.
“Esta inspección ocular permite que todos tomemos un conocimiento muchos más acabado de las características del lugar, las distancias. Pudimos apreciar en la facha de una de las casa de la esquina (Irala y Suárez) las marcas de algunos de los proyectiles disparadas por el policía Chocobar”, afirmó. (DIB)