La introducción de la tecnología en los debates políticos durante la pandemia dejó, hasta el momento, un saldo negativo en muchos aspectos. Pese a la implementación rápida de la tecnología para continuar con las sesiones de forma remota, esta nueva dinámica entregó algunos momentos “bizarros” como el “truco” de Esteban Bullrich para alejarse del debate sin que nadie lo notara, y otros escandalosos, como el “Amerigate” ocurrido la semana pasada.
Pero también permitió ver otro costado de muchos dirigentes políticos y conocer su cotidianeidad y hasta su vida familiar. Este es el caso de la diputada bonaerense Micaela Morán, del Frente de Todos, a quien el momento de su exposición la sorprendió atendendiendo a su pequeño hijo.
La legisladora había pedido los 5 minutos de reglamento para justificar un proyecto suyo que no fue aprobado para tratarse sobre tablas, pero a la hora de hablar alguien más requería de su atención. Fue así que Morán brindó su exposición parada, sosteniendo a su pequeño con una “guagua”, mientras el niño intentaba “conversar” con su mamá.
Al tomar la palabra, la diputada pidió “disculpas por la desprolijidad”, pero Rubén Eslaiman, que en ese momento presidía la sesión, le envió el “saludo” de todos los presidentes de los bloques para Milo, el protagonista más pequeño de la sesión. (DIB)