Península Mitre, el mayor turbal del país

Este sitio de la provincia de Tierra del Fuego combina muy bien el turismo aventura y ambientalismo.

Península Mitre es el ángulo final de América en el extremo oriental de Tierra del Fuego, con la Cordillera de los Andes que se hunde en el mar y cubierta por el mayor turbal del país, que además de atraer a amantes del turismo aventura despertó interés en Naciones Unidas (ONU) por su valor ambiental, al ser el sitio de más captura de carbono de Argentina.

En esta pequeña, agreste y ventosa porción de la provincia se puede cruzar los Andes sin salir del país, cabalgar por sus costas, hallar restos de naufragios centenarios o realizar trekkings de casi un mes de duración.

Pero el mayor atractivo, dijo la guía turística local Ana Gandino, es “el contacto con lo salvaje, la soledad, donde uno pierde la noción del tiempo y el tiempo lo manejan las mareas, no se cruza con nadie, no hay senderos y se puede vivenciar la hostilidad del clima, ver muchas aves y hallar cosas que deja el mar en la playa en cada marea”.

La turbera tiene unos 2.400 kilómetros cuadrados y fue recientemente seleccionada por la campaña “Wild For Life” de la ONU, junto a otros nueve de estos ecosistemas en el mundo, por su excepcional biodiversidad, su estado prístino y su capacidad de capturar y fijar carbono en el suelo, lo que ayuda a mitigar el cambio climático.

Los turbales cubren el 3% del planeta, con una gran parte transformada para la agricultura y ganadería o por la extracción de turba, pero este humedal está casi inalterado y su degradación es mínima.

Allí se encuentra el 84,4% de la turba de Argentina, y según un estudio de la National Geographic Society almacena unos 315 millones de toneladas métricas de carbono, lo que equivale a tres años de emisiones, de acuerdo al inventario de gases de efecto invernadero nacional.

Otra entidad ambientalista que se ocupa de ese turbal es Rewilding Argentina, que lo incluyó en su programa de conservación marina “Sin Azul no hay Verde”, cuya coordinadora, Martina Sasso, sostuvo que cuando hay una “crisis de extinción de especies sin precedentes y el cambio climático nos pisa los talones, contar con lugares como Mitre, que todavía se mantienen salvajes, es un privilegio”.

Para Sosa, “la mitigación de los gases de efecto invernadero, pero sobre todo la restauración de los ecosistemas”, es una herramienta concreta que para 2030 podría aportar el 30% de la mitigación del calentamiento global.

Desde el gobierno provincial, el presidente del Instituto Fueguino de Turismo, Dante Querciali, dijo que con vistas a convertir a Península Mitre en un área protegida, allí “se desarrollan pocas y cuidadas actividades turísticas, como trekking guiados, cabalgatas y sobrevuelo en helicóptero, brindadas por prestadores de servicios habilitados”.

Tierra del Fuego baraja desde hace 30 años la posibilidad de declarar Área Natural Protegida a Península Mitre, algo que tomó impulso en 2018 y los bloques del Frente de Todos-PJ y del Partido Verde presentaron el proyecto respectivo, que incluye las áreas marítimas de las islas de Los Estados y Año Nuevo y varios islotes.

En lo turístico, las opciones actuales son sobrevuelos con partidas desde Ushuaia, cabalgatas por la costa norte, de unos 10 días, y senderismo de tres a 15 días, con salidas también desde Tolhuin. (DIB)

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