Nueve de Julio, la tranquila ciudad fundada a orillas de unas lagunas de leyenda

La localidad, que está celebrando su 157º aniversario, vio la luz como un campamento durante la guerra contra los pueblos originarios. Hoy se destaca como centro agroganadero y por sus posibilidades para el turismo rural.

A unos 260 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, sobre la Ruta Nacional 5, hay una ciudad tranquila, de calles amplias y avenidas con frondosas arboledas. Se trata de Nueve de Julio, una localidad de unos 40 mil habitantes que nació, como muchas en la provincia, en épocas de guerras entre soldados y pueblos originarios. Los gauchos que avanzaban más allá de la frontera oeste de la provincia, en aquel entonces Bragado, chocaron con los indios que ocupaban esa región denominada Claf Lauquen, que en la toponimia indígena significa Tres Lagunas. El coronel Julio de Vedia asentó un campamento alrededor de una de las lagunas, que se conoció después como laguna de Malcorra y posteriormente Parque General San Martín. Así, el 27 de octubre de 1863 se fundó “el Nueve”, como llaman a la ciudad cariñosamente sus pobladores.

Las Tres Lagunas del nombre originario provienen de una hermosa y triste leyenda. Resulta que dos hermanos se mataron en un duelo por el amor de una joven. Al verlos, la chica, quien amaba a ambos, falleció de pena. En el lugar donde cayeron sus cuerpos nacieron las tres lagunas.

A puro campo

La región de Nueve de Julio es riquísima en recursos naturales, en medio de un clima templado pampeano con inviernos benignos y veranos largos y cálidos. Cuenta con suelos aptos para el cultivo de trigo, maíz, girasol, avena, sorgo, colza y soja. Un alto porcentaje de tas tierras es destinado a pasturas naturales, como el rye-grass y el trébol; y artificiales, como la alfalfa para e! ganado bovino de las razas Aberdeen Angus, Hereford y Holando Argentino. Además, hay una agroindustria floreciente que se dedica a fabricar implementos y maquinarias agrícolas y a construir viviendas rurales.

Las perlas de la ciudad

La ciudad tiene muchos atractivos para el viajero. Además del mencionado Parque General San Martín, con una superficie de 23 hectáreas y un lago con una isla, puede visitarse la iglesia catedral Santo Domingo de Guzmán, inaugurada en 1896. El templo fue utilizado como refugio de varias familias de la ciudad ante las invasiones de los malones. Se ubica en el lugar que ocupaba la primera capilla, bendecida en agosto de 1868.

El edificio municipal fue inaugurado en 1877 y refaccionado en la década de 1930, mientras que en 1896 abrió sus puertas el teatro Rossini, decorado por el famoso escenógrafo italiano Piantini.

Mientras que el Museo Julio de Vedia rescata parte de la historia de la ciudad a través de una colección de más de 300.000 documentos históricos, pertenencias del fundador, mobiliario de finales del siglo XIX de construcciones de la ciudad e instrumentos antiguos de la medicina local.

Otra gran atracción resultan las carreras de TC. 9 de Julio recibe miles de seguidores de la categoría ya que cuenta con uno de los principales autódromos de la provincia, inaugurado en 1970. La pista se llama “Guillermo Yoyo Maldonado”, por el más famoso piloto nuevejuliense, todo un símbolo de la marca alemana Volkswagen, que fue campeón de Fórmula 2 Nacional, Fórmula 2 Codasur y del TC 2000.

Además, los turistas pueden participar en cabalgatas, paseos en carros y sulkys, circuitos de pesca y caza deportiva. Todo un abanico de posibilidades para soñar, cuando termine la situación de pandemia. (DIB)

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