Un grupo de delincuentes que secuestraron a un comerciante de Quilmes reclamaron que el rescate se pague en Bitcoins, la moneda digital utilizada para transferencias electrónicas, que cotiza mejor que el dólar.
El hecho comenzó el martes pasado, cuando el dueño de un supermercado fue interceptado por delincuentes cuando salió de su casa, en el barrio porteño de Agronomía, y se dirigía a su comercio ubicado en Quilmes.
Los captores se comunicaron con el hermano de la víctima a través de llamadas, mensajes de texto y audios de WhatsApp de dos celulares con característica de Colombia. En ellos, los captores le solicitaron la suma de 650.000 dólares para liberar a su hermano.
Tras varias horas de negociaciones encaradas por el hermano del comerciante y efectivos de la DDI de Quilmes, el último miércoles se realizó el pago del rescate en el microcentro porteño mediante lacompra de cuatro bitcoins, que adquirieron con la suma de 35.000 dólares y 600.000 pesos a través de un depósito en un monedero digital cuyos datos fueron aportados por los secuestradores.
Los investigadores dijeron que a pesar de realizarse el pago del rescate, los captores solicitaron más dinero para dejar en libertad al comerciante. Finalmente, el comerciante fue liberado ileso el pasado domingo 18 en la puerta de su local sin que se efectuara un nuevo pago, manifestaron las fuentes.
La causa está a cargo de la fiscal federal de Quilmes Silvia Cavallo, quien ordenó allanamientos de urgencia en domicilios de la ciudad de Buenos Aires y de las localidades bonaerenses de Quilmes, Berazategui y La Plata.
Tras uno de esos allanamientos, en una vivienda de la localidad platense de Los Hornos, se logró la detención de una mujer que es pareja del señalado como uno de los cerebros de la banda, de nacionalidad venezolan. Además, se confirmó que en ese lugar estuvo en cautiverio el comerciante, precisaron las fuentes.
Una fuente vinculada a la investigación detalló a Télam que no es la primera vez que ocurre un hecho en el que se pide un rescate en bitcoins y con captores extranjeros, aunque las otras veces no llegó a efectuarse el pago.
Los voceros explicaron que una vez ingresado el dinero a la denominada “billetera virtual”, comienza a moverse de manera digital, lo que dificulta su rastreo. (DIB)