Chivilcoy, la ciudad entre aguas que Sarmiento quería multiplicar por 100

Este 22 de octubre la ciudad cumple 166 años. El mito sobre su fundación y el hecho que deslumbró al “Padre del aula” y quiso replicar en su presidencia.

La localidad de Chivilcoy está ubicada a exactos 159 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, desde su ingreso por la ruta nacional 5.

El nombre de esta ciudad, que hoy cuenta con más de 60 mil habitantes, remite a la expresión mapuche “Chivilcó”, que significa “el todo agua” o “lugar rodeado de agua”, por la confluencia del río Salado y sus arroyos en los límites del partido.

Fundada un 22 de octubre hace 166 años, la ciudad contó desde sus orígenes con una particularidad que la volvió ejemplo para Domingo Faustino Sarmiento, quien como presidente electo de Argentina prometió fundar “cien” ciudades como esa, en relación con su modelo agropecuario basado en pequeñas propiedades, que aún subsiste en buena parte del distrito.

La historia de Chivilcoy se remonta a 1845: el 28 de diciembre el entonces gobernador Juan Manuel de Rosas decretó la división de la Guardia de Luján y creó ese y otros partidos. Nueve años más tarde, un grupo de vecinos impulsaron la fundación del pueblo, y decidieron hacerlo “de cero”.

La comisión integrada por Federico Soares, Miguel Calderón, Anastacio Chávez, Manuel López, Manuel Villarino y Valentín Fernández Coria, entre otros, resolvió que el centro del distrito estaría ubicado en tierras que aún no se encontraran habitadas, para poder planificar el caso urbano sin impedimentos. Para ello, eligieron -como muchos distritos de la época- el modelo del damero, y previeron la ubicación de una plaza cada 800 metros.

Cuenta la leyenda que tras varios días de deliberaciones y sin lograr un acuerdo sobre cuál sería el centro del distrito, Ferández Coria tomó la pala nueva que iba a ser utilizada para cavar simbólicamente el primer cimiento del pueblo, y salió corriendo en dirección al sitio que había elegido como fundacional. Perseguido por sus compañeros, Coria antes de ser derribado Coria logró clavar la pala en el sitio donde hoy se levanta un monumento, frente al municipio. Unos metros  más alejado, una escultura gigante de un hombre sosteniendo una pala recuerda el hito.

El monumento a los fundadores de Chivilcoy, en la plaza principal.

Los farmers

Antes de su fundación, durante el Gobierno de Rosas, los habitantes de Chivilcoy habían sido beneficiados por la Ley de Enfiteusis, un sistema de arrendamiento de tierras productivas por tiempo indeterminado, que consistían en pequeñas parcelas que permitían la subsistencia familiar. 

Ese modelo deslumbraba a Sarmiento, que lo había conocido a través de los farmers de Estados Unidos. Es por ello que el 3 de octubre de 1868, siendo presidente electo, prometió “hacer cien Chivilcoy en los seis años de mi gobierno, con tierra para cada padre de familia, y con escuelas para sus hijos”. 

“He aquí mi programa, y si el éxito corona mis esfuerzos, Chivilcoy tendrá su parte en ello, por haber sido el pionero, que ensayó con mejor espíritu la nueva Ley de Tierras, y ha demostrado que la pampa no está condenada, como se pretende, a dar exclusivamente pasto a los animales, sino que en pocos años, aquí, como en  todo el territorio, ha de ser luego asiento de pueblos libres, trabajadores y felices”. señaló Sarmiento según rescata el Archivo Literario de Chivilcoy.

El discurso se enmarca en la histórica pelea del “Padre del aula” con la oligarquía ganadera y su afán por poblar el cambio de productores agrarios, en esos momentos casi monopolizada por el trigo. (DIB) 

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