Durante todo este miércoles, el rumor sobre la salida de Coca Cola del país generó un sinfín de mensajes y especulaciones en las redes sociales, pero rápidamente la compañía salió a aclarar la situación.
La situación se generó a raíz de una serie de informaciones que indicaban que la compañía abandonaba su operación en el país para trasladarse a Brasil. En las redes, cientos de personas (y varios líderes de opinión) interpretaron que ello significaba que iba a abandonar la producción local e importar desde el país vecino.
Sin embargo, rápidamente Coca-Cola aclaró el malentendido y, a través de un comunicado, señaló que los cambios tienen que ver con una modificación en la estructura gerencial de la compañía a nivel mundial, que hará que en América Latina las oficinas regionales se muden desde Argentina a Brasil.
“Coca-Cola desmiente categóricamente que esté contemplando un traslado de sus operaciones en Argentina. La compañía y sus embotelladores seguirán operando en el país con el mismo compromiso con que vienen haciéndolo desde hace 78 años”, señaló la multinacional en un comunicado. Además, anunció inversiones por $770 millones.
La empresa aclaró que en América Latina, la reorganización contempla “la creación de tres nuevas zonas geográficas que, en reemplazo de la actual estructura, trabajarán en estrecha colaboración con los equipos de liderazgo globales”. De este modo, Argentina, que controlaba las operaciones regionales de Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia, ahora pasará a depender, junto a estos países, de Brasil.
“Coca-Cola está realizando una reorganización de su estructura a nivel mundial con el objetivo de acelerar su estrategia de crecimiento para convertirse en una compañía total de bebidas que opere en una red interconectada, combinando la capacidad de su escala global con las necesidades locales de los mercados”, indicó la compañía en un comunicado.
Esto significará sí cambios importantes para la estructura gerencial de la compañía: en el país habrá retiros voluntarios y también despidos, puesto que toda esa fase de las operaciones pasará a depender de Brasil.