Así sometían a los animales en el zoológico de Luján

Un informe de la televisión mostró el año pasado las condiciones en las que se encontraba el establecimiento y el contacto cercano de los especímenes con el público.

En medio de un escándalo, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación clausuró este lunes el zoológico de Luján, que desde hace varios años es centro de decenas de denuncias por maltrato de los animales.

La clausura fue concretada esta mañana por funcionarios de la Secretaría de Control y Monitoreo Ambiental, a cargo de Sergio Federovisky, pese a la resistencia de los trabajadores del lugar, que mantuvieron un fuerte cruce con las autoridades.

Desde hace años el funcionamiento del emblemático zoológico es cuestionado por asociaciones protectoras de animales a raíz del trato cruel al que se somete a los diferentes especímenes que se encuentran en el lugar, que son obligados a interactuar con los visitantes, en condiciones que en muchas ocasiones llegó a generar suspicacias sobre la posibilidad de que se encontraran bajo los efectos de sedantes.

Una de las principales “atracciones” del Zoo era la visita a la jaula de los leones y los tigres: allí los visitantes podían tomarse fotos junto a los animales salvajes, e incluso darles de tomar leche.

Un informe televisivo reciente mostró cómo eran sometidos los animales y de qué forma se encontraban cuando eran obligados a interactuar con el público.

En tanto, la cadena británica BBC también publicó un informe señalando sobre los cuestionamientos que recibe el zoo.

Años de irregularidades

La primera advertencia al Zoo de Luján por parte de la cartera nacional de ambiente llegó hace más de un año, cuando en julio de 2019 se cerraron celdas, jaulas y recintos donde los visitantes podían alimentar a tigres, leones, elefantes y guacamayos.

El decreto que reglamenta la ley 12.238 de la Provincia de Buenos Aires, sancionada en 1997, estableció la “prohibición del contacto directo entre el público y los animales que se encuentren en los zoológicos”. Aunque se dispusieron fajas y precintos para evitar el paso, en febrero una inspección comprobó que los visitantes seguían ingresando a las jaulas de los animales.

En agosto, luego del cierre por el aislamiento preventivo y obligatorio por la pandemia del coronavirus, el Ministerio volvió a visitar el zoológico. “Jamás han cumplido con las exigencias de las normativas”, advirtió Federovisky y señaló que “a eso se le agrega la aberrante situación de promover un establecimiento a partir de atractivos como darle la mamadera a un león, que vulneran toda ética y además están prohibidos”. (DIB) 

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