Enojado por la vuelta de los entrenamientos de los equipos de fútbol, el remero bonaerense Ariel Suárez se “rebeló” y este lunes volvió a practicar en el Delta del Paraná, pero fue demorado y multado por Prefectura Naval. A pesar de ello, aseguró que seguirá preparándose para los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
El domingo, Suárez participó de una protesta frente a la quinta presidencial de Olivos, junto a representantes de otras disciplinas. “Pase lo que pase, el lunes vuelvo a entrenar. Si el fútbol puede, ¿por qué el resto no?”, dijo entonces.
Al día siguiente, cumplió: el finalista olímpico en Londres 2012 y del mundial en Hamburgo 2011, además de campeón panamericano en Lima 2019, se entrenó en el Río Luján, en Tigre, hasta que fue demorado por Prefectura, que le labró un acta por no contar con el permiso para realizar la actividad.
El deportista cosechó varios gestos de apoyo de representantes de otras disciplinas, que cuestionaron la decisión del Gobierno y la multa impuesta, mientras que el fútbol pudo volver a entrenarse.