En las últimas semanas el presidente Alberto Fernández señaló en más de una oportunidad que se encontraba preparando la Argentina de la “pospandemia”. Incluso este jueves, durante el acto por el Día de la Independencia, habló de un “nuevo” país.
En ese marco, trascendió que el Gobierno ya prepara dos medidas de alto impacto, que seguramente traigan más de un tironeo con la oposición: el estudio de una posible nueva reforma en la Corte Suprema, un nuevo “blanqueo” de capitales y la anunciada nueva ley de movilidad jubilatoria.
Según las versiones, una de las primeras medidas que anunciaría Fernández tras superar el peor momento de la pandemia (y, según cree, el cierre de la negociación por la deuda) es un nuevo blanqueo de capitales, que sería complementario de la amplia moratoria impositiva que presentó semanas atrás.
La idea -según se indicó- apunta a la repatriación de capitales que inviertan en los sectores de mayor generación de empleo, como la construcción. En rigor, no es una idea original: la herramienta fue utilizada tanto por Cristina Fernández de Kirchner como Mauricio Macri en sus gobiernos.
Sobre la Corte, los trascendidos señalan que Fernández apurará el envío de la reforma judicial que anunció al asumir como Presidente. Entre uno de los puntos figuraría la creación de un “comité de expertos” que tendrá como encargo revisar la composición de la Corte.
“Revisar el tema judicial es revisar el funcionamiento de la Corte Suprema, sobre si tienen que ser más o menos integrantes. Yo pienso que no debe aumentarse el número de jueces de la Corte pero me gustaría escuchar a expertos”, había dicho Fernández en una entrevista concedida en mayo.
Finalmente, y luego de prorrogar por otros 180 días el régimen de aumentos jubilatorios por decreto, Fernández piensa enviar al Congreso una nueva ley de movilidad, que reemplazará a la suspendida legislación de Mauricio Macri. (DIB)