Un paseo por un parque nevado

El parque Nacional Tierra del Fuego invita a ser descubierto en la localidad de Ushuaia.

Creado en 1960, el parque Tierra del Fuego está sobre la costa del Canal Beagle. (Ministerio de Turismo)

Al oeste de Ushuaia, se emplazan las 68.000 hectáreas del Parque Nacional Tierra del Fuego. Se extiende desde la sierra de Injoo Goiyin (o de Beauvior), al norte del lago Fagnano, hasta la costa del canal Beagle en el sur.

El paisaje es inenarrable: los altos picos recortan los valles atravesados por ríos y lagos originarios de glaciares regalando a los visitantes una postal única. Entre ñires y lengas, pueden hacerse varios recorridos entre lagunas, arroyos una imponente bahía, ante la atenta mirada de zorzales, patos vapor austral, pájaros carpinteros gigantes.

Al llegar a Ushuaia, el parque es una visita obligada. Creado en 1960, está ubicado sobre la costa del Canal Beagle, a apenas 20 kilómetros de la ciudad. Los turistas pueden optar por ingresar al parque en vehículo o abordando, unos kilómetros antes, el famoso Tren del Fin del Mundo, que emula el recorrido que efectuaban los presos del antiguo penal de Ushuaia para ir a cortar leña al bosque.

Una de las metas preferidas de los visitantes es llegar al final de la Ruta Nacional Nº3, que parte de Capital Federal y llega hasta Bahía Lapataia, en el interior del parque nacional fueguino, tras recorrer 3.079 kilómetros.

Unas 2 mil hectáreas del parque fueguino están abiertas al público. (Turismo Ushuaia)

En ese sitio hay un cartel donde la gente se fotografía antes de tomar unas pasarelas que llegan hasta la costa en el único fiordo argentino del Canal Beagle. Las casi 69 mil hectáreas del parque ofrecen caminos hasta el Lago Acigami, la bahía Ensenada y el Cañadón del Toro, además de decenas de senderos que atraviesan valles y bordean ríos y lagos glaciares.

Aunque solo 2 mil hectáreas están abiertas al público porque el resto es considerado una “reserva natural estricta”, la oferta de circuitos permite acceder a puntos panorámicos desde donde es posible observar los accidentes geográficos más atractivos del litoral. Si bien el parque cambia completamente sus paisajes en época invernal, cuando sus especies de árboles más características (como las lengas) se cubren de nieve, la época de mayor cantidad de visitas es en el verano y hasta entrado el otoño, en que las hojas de las lengas adquieren un característico y pintoresco color rojizo.

El avistaje de zorros colorados y de múltiple tipo de aves, como albatros, cauquenes y pájaros carpinteros dentro del bosque, constituye otras de las grandes atracciones de este verdadero punto extremo del planeta. (DIB)