Los destinos para esquiar, entre la incertidumbre y los protocolos

Buscan salvar algo de la temporada invernal. Neuquén pica en punta con las pautas sobre seguridad.

Frente a la llegada del invierno, clave para los centros de esquí en el país, las provincias que cuentan “con nieve” atraviesan momentos de incertidumbre mientras avanzan en protocolos para ver si pueden salvar algo de la temporada. El impacto del coronavirus en sus economías será muy duro, aunque la idea del sector es poder operar de alguna forma para aunque sea generar un ingreso que permita ayudar a la “rueda laboral”.

Mientras algunos centros de esquí ya le bajaron el pulgar a la temporada por los riesgos que conlleva el Covid-19, el Ministerio de Turismo de Neuquén en conjunto con los Cerro Chapelco, Cerro Bayo y Cerro Caviahue, avanzó en un protocolo para ver si las autoridades les permiten operar en invierno. Esto puede servir, según estiman, como punto de partida para que otros centros intenten aunque sea en algún momento de la temporada abrir sus puertas.

Entre los puntos más salientes está que los turistas, empleados y personal del área de servicios utilicen tapabocas, guantes, máscaras o antiparras. Además, para evitar el aglomeramiento de gente, incentivarán las ventas online.

Habrá controles de temperatura, testeos de olfato y gusto, y control de síntomas a los clientes en todos los accesos. En lo que respecta al estacionamiento, los vehículos deberán permanecer a tres metros de distancia, por lo que se espera que trabajen con menos gente. De todas formas, la mayor cantidad de viajeros llegan de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, algo que por el momento no se podrá dar.

En cuanto a los medios de elevación, se reducirá su capacidad al 50%: subirá un pasajero en las sillas dobles, dos en las cuádruples y uno en las telecabinas cerradas excepto grupos familiares o de amigos. Habrá un metro y medio de distancia entre esquiadores en las cintas transportadoras.

Además, se desinfectarán las tablas y los bastones que devuelvan los esquiadores, y los restaurantes funcionarán con una capacidad reducida al 50%. Las mesas y las sillas se redistribuirán para lograr un distanciamiento mayor de 2 metros.

Cabe recordar que el centro de Esquí Las Leñas, en Mendoza, fue el primero en “bajarse” de la temporada por “fuerza mayor”. En un comunicado explicó que debido a la pandemia y a las características del lugar de trabajo, una zona aislada y alejada de centros urbanos, lo hace de “alto riesgo”. Y La Hoya, en la ciudad chubutense de Esquel, indicó que por el momento no están dadas las condiciones para abrir.

En el Cerro Catedral, el centro de esquí más grande de Sudamérica, se mantienen expectantes. En su página web se mostraron “optimistas” de poder inaugurar la temporada 2020 pero remarcaron: “Hoy no podemos dar precisiones sobre cómo será el futuro”. Mientras que los centros de nieve de Santa Cruz y Tierra del Fuego aún están en duda. (DIB) FD

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