Buratovich: la historia del pequeño pueblo bonaerense con nueve contagios

A mediados de mayo, la localidad se vio sorprendida por una ola de contagios de coronavirus. Hoy, varios de los infectados ya se recuperaron de la enfermedad.

Mayor Buratovich, ubicado en el partido de Villarino, tiene poco más de 7 mil habitantes y a mediados de mayo registró nueve contagios de coronavirus, hasta ahora el número más alto en un pueblo bonaerense.

“En el distrito llegamos a diez contagios, contando uno de Pedro Luro (otra localidad de Villarino), pero siempre en el mismo núcleo de personas. La situación está bastante controlada. Siete fueron dados de alta y la semana que viene pasaríamos a cero enfermos”, le contó a DIB Ariel Scorolli, vecino de Buratovich y concejal del distrito.

El brote se registró en el parque eólico que está ubicado en la localidad, en donde varios trabajadores foráneos y uno local resultaron infectados.    

En el pequeño pueblo, la cadena de contagios quedó cercada casi al núcleo familiar del operario (su esposa, sus hijos, sus suegros y su cuñada), pero también resultó infectado un trabajador del Banco Provincia.

“El suegro del trabajador es pastor de una iglesia y un fiel con el que estuvo charlando dos segundos se contagió. Este muchacho trabaja en el banco de acá y en el de Pedro Luro. Por suerte no se enfermaron sus compañeros”, le contaron a esta agencia fuentes locales.

Así, el 20 de mayo Buratovich quedó totalmente aislado. “Se pasó a fase 1 por algunos días, pero después se siguió normalmente con las actividades porque estaba todo sujeto a un mismo grupo familiar. Estaba contenido”, detalló Scorolli.

El concejal también resaltó que si bien hubo “miedo” y “pánico” entre los vecinos, se notó una “gran solidaridad en la comunidad” con “mucho acompañamiento” hacia los infectados.

Un pueblo expuesto

Para el que no es un vecino de la zona puede sonar raro, pero las localidades de Villarino por su matriz productiva están expuestas a la pandemia de Covid-19.

En el partido se siembra cebolla, una actividad exceptuada desde un primer momento en la que trabajan muchas manos y por la que existe un contacto constante con camioneros de otros países.

“Nosotros tenemos los camiones que van a buscar la cebolla al campo; 32 galpones en Luro; 12 en Hilario Ascasubi y seis en Buratovich. De mínimo, hay 40 personas por galpón. Después, tenés el camión que viene a buscar la cebolla de Brasil. Y la conexión con las rutas nacionales 3 y 22”, explicó el edil.

Eso sumado al parque eólico en donde trabajan alrededor de 200 personas con técnicos y trabajadores de Buenos Aires, Córdoba y Río Negro.

“Nuestro distrito es uno de los más expuestos. Tiene el doble de exposición de lo que pueden tener otros como Tornquist, Puan, Dorrego o Punta Alta. Lo bueno es que por la cebolla no tuvimos infectados”, agregó Scorolli. (DIB) MT

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