Prohíben las pruebas con “el detector de mentiras” en las fuerzas de seguridad

El Gobierno derogó la medida de Patricia Bullrich, que había impulsado el uso de polígrafos.

La realización de pruebas de polígrafo al personal de las fuerzas de seguridad federales que deseaban integrar determinadas áreas de trabajo o en el marco de actuaciones disciplinarias fue prohibida por el Ministerio de Seguridad.

Mediante la resolución 74/2020 publicada en el Boletín Oficial, la titular de la cartera, Sabina Frederic, derogó ese procedimiento de carácter optativo o voluntario que había sido puesto en marcha en 2018, bajo la conducción de Patricia Bullrich.

En enero, el uso del polígrafo -el nombre real de ese instrumento- ya había quedado descartado en la Agencia Federal de Inteligencia  (AFI). Y ahora el Ministerio de Seguridad derogó una resolución impulsada por Bullrich, que proponía su implementación en las fuerzas de seguridad y en la Policía Federal.

La ex funcionaria había creado la Unidad de Pruebas de Polígrafo, dependiente de la Dirección de Prevención de la Corrupción y Ejecución de Pruebas de Integridad. Un año más tarde le dio un uso específico al polígrafo: quienes ingresaran a los Grupos Operativos Conjuntos de Investigaciones contra el Narcotráfico (Gocin) debían pasar esa prueba. 

La actual conducción del Ministerio de Seguridad, sin embargo, afirmó que los aparatos no fueron utilizados y prevé destinarlos a pruebas psicológicas en la academia o a la Medicina. La cartera de Frederic definió al “detector de mentiras” como una tecnología que viola las libertades individuales y la dignidad de las personas.

“Los Estados con tradiciones y sistemas jurídicos análogos a nuestro país descartan su utilización, por considerarlos lesivos de derechos y garantías individuales y por trasuntar una forma de cosificar a la persona humana, contraria a su dignidad”, señala el texto publicado este martes en el Boletín Oficial.

“Las razones expuestas obligan a asumir que la prueba de polígrafos es incompatible con los principios y garantías de nuestro Estado de Derecho y, consecuentemente, con un modelo de seguridad democrática y ciudadana”, agrega unos párrafos más adelante.

Además, retoma la opinión de los expertos para afirmar que las pruebas “pueden acarrear serias lesiones orgánicas o psíquicas, y aun cuando no las produzcan, su ilicitud es manifiesta, pues atentan contra la dignidad de la persona humana y vulneran los principios de lealtad y probidad de las pruebas, así como la intimidad y libertad humanas”.

Cuando se creó el Gocin, se anunció la compra de cuatro polígrafos. Las autoridades de entonces anticipaban que 5.000 personas iban a pasar por la prueba, entre los agentes de la Policía Federal, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), la Gendarmería y la Prefectura afectados a los Grupos contra el Narcotráfico. Sin embargo, la resolución firmada por Frederic denuncia que los cuatro polígrafos adquiridos en 2018 “no han sido utilizados hasta el momento”.

El próximo destino de los polígrafos quedará a consideración de la Secretaría de Coordinación, Bienestar, Control y Transparencia Institucional. Los expertos ya recomendaron su utilización “para estudios en psicofisiología, psicología experimental y psicometría, especialmente en áreas académicas”. Y también aclararon que “ciertos componentes del polígrafo, como el pletismógrafo para dedo o esfigmomanómetro”, revisten interés para “estudios y controles en medicina, especialmente en áreas de cardiología”. (DIB) FD

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