Internos de la cárcel de La Matanza donan juegos para niños con autismo

La Plata, sep 20 (DIB).- Internos de la Unidad 43 La
Matanza, del Servicio Penitenciario Bonaerense, elaboran juegos didácticos para
niños de la comunidad y juguetes para niños con trastornos del espectro autista
(T.E.A.) que residen en el distrito.

Los primeros juguetes producidos en el “Taller de
estimulación temprana” que funciona en el establecimiento carcelario fueron
donados a la ONG “TGD Padres T.E.A. La Matanza” actividad gestionada de la mano
de Javier Acosta, a cargo de la secretaría de Derechos Humanos de la Procuración
General junto al director de la Unidad 43, Gustavo Ramírez.

El taller de juguetes didácticos, en el que participan diez
internos de lunes a viernes, se encuentra ubicado en el sector intramuros, en
un espacio acondicionado para tal fin. Para la producción de estos juegos se
utiliza material reciclado, ya sea botellas de plástico, tapas de botellas,
cartón y rollos de cartón de papel de baño y de cocina.

Además del material reciclado, parte de la materia prima es
donada por los familiares de los internos, quienes reunieron barras de
silicona, temperas, brillantina y goma eva. Todas las donaciones sirven para
que se produzcan juegos de estimulación temprana, visuales, en el caso de
botellas con colores, auditivas, con sonajeros y estimulación táctil de juguetes
con diferentes texturas.

Cristian, uno de los internos que participa del proyecto,
afirmó que “me siento contento por llevar una alegría a los niños”. Por su
parte Brian, uno de los principales impulsores de esta tarea quien tiene
conocimientos previos en la construcción de estos juegos, contó que “con estos
juegos hacemos felices a los chicos que necesitan una mano”.    

Ramírez adelantó que “la intención es continuar con este
taller en la Unidad para que los internos puedan seguir trabajando en este proyecto
que habla de humanidad, segundas oportunidades e inclusión y poder llegar a
través de la ONG  a todos los niños que
necesitan de estos juegos en todas  las
escuelas de la Provincia y extenderlo a nivel nacional”.

Vera, una de las talleristas que supervisa el trabajo de los
internos, dijo que “los niños con TEA tienen en general una manera diferente de
jugar. Les cuesta mucho el juego reglado y en equipo, sin embargo, el juego que
no demande interactuar con otros no les es un desafío: ejemplo rompecabezas,
tablets, etc. Por eso los internos comenzaron a producir juegos de encastre,
contadores, cuadros y botellas sensoriales, entre otros”. (DIB) FD