Tres condenados a perpetua por el crimen de un gerente editorial en Olivos

La Plata, abr 4 (DIB).- Tres hombres fueron condenados hoy
por asesinar al gerente de la editorial de libros infantiles Signar, Roberto
Gerardo Chwat, durante una “entradera” cometida en 2016, en la
localidad bonaerense de Olivos, informaron fuentes judiciales.

Se trata de Leandro Fabián “Pelado” Barzola (25),
Sasha Matías Martínez Castro (25) y Héctor Alberto “Bebe” García
(32), a quienes el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6 de San Isidro consideró
“coautores” del “homicidio criminis causa agravado por el uso de
armas” de Chwat (67).

Fuentes judiciales informaron que esta calificación
implica que se comprobó que los ahora condenados mataron al empresario para
ocultar el intento de robo y lograr la impunidad, lo que prevé la prisión
perpetua.

Por ello, el tribunal, integrado por los jueces Débora
Ramírez, Federico Tuya y Marcelo García Helguera, les atribuyó también el
concurso real con el delito de “robo calificado por haber sido cometido
mediante el uso de armas de fuego y en poblado y en banda en grado de
tentativa”.

Respecto de García, éste fue declarado
“reincidente” y se le sumaron los delitos de “tenencias ilegal
de arma de guerra y robo calificado por el uso de arma cuya aptitud para el
disparo no pudo acreditarse por ningún medio”.

Es que en octubre de 2009, “Bebe” ya había sido
condenado por el TOC 5 de San Isidro a una pena única de 10 años por robo
calificado, plazo que se venció en abril de 2015, aunque ya había accedido a la
libertad condicional en diciembre de 2011.

Mientras que a Barzola también le sumaron la “tenencia
ilegal de arma de guerra”, según el fallo.

La resolución del TOC coincidió con lo requerido en su
alegato del 22 de marzo último por el fiscal de Vicente López, Martín Gómez,
quien se mostró “muy satisfecho” con las condenas impuestas al tiempo
que destacó que las pruebas en contra de los tres hombres eran
“contundentes”, como el secuestro de dos de las armas disparadas en
la escena del crimen en poder de García y Barzola.

Por su parte, las defensas habían cuestionado las pruebas y
la calificación para que el hecho fuese considerado como un “homicidio en
ocasión de robo”, que tiene una pena de entre 10 y 25 años de prisión.

De hecho, los tres hombres declararon que los tres disparos
que recibió la víctima fueron accidentales, hipótesis que el tribunal descartó.

Para los jueces, lo que realmente ocurrió es que “la
resistencia de la víctima que frustraba sus fines de robo de la banda a la par
de que hacía peligrar su impunidad, fue decididamente neutralizada a través de
reiterados disparos hacia su humanidad y a corta distancia”.

En la audiencia de esta tarde, celebrada en el edificio
judicial de la calle Marin 114 de San Isidro, los jueces sólo leyeron la parte
resolutiva ante la presencia de los imputados, quienes se mostraron inmutables
al momento de escuchar que eran condenados a prisión perpetua.

Y como los tres condenados llegaron detenidos al juicio
oral, seguirán a disposición del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).

En el recinto también estuvieron presentes las hermanas de
Chwat aunque no su viuda, quien luego de haber declarado como testigo en el
debate quedó afectada anímicamente.

El crimen del Chwat fue cometido la noche del 27 de octubre
del 2016 en una casa situada en Lisandro de la Torre 1640 -a sólo cinco cuadras
de la Quinta Presidencial de Olivos-, cuando la víctima llegó a entrar con su
auto al garaje y por el portón se colaron dos ladrones.

Según la acusación del fiscal, el “Bebe” García se
quedó de chofer y “campana” en el Toyota Corolla blanco robado en el
que se movilizaba la banda, mientras que Barzola y Martínez Castro fueron los
que se metieron dentro del garaje de la casa de Chwat.

En ese sentido, Barzola reconoció ante la justicia que él
disparó pero sin intenciones de matar, y en el juicio le pidió “perdón a
la familia” del gerente.

De acuerdo con los peritajes, el tiro que mató a Chwat fue
efectuado con una pistola calibre .45 que le atravesó el tórax, le lesionó un
pulmón y el corazón.

Otra de las pruebas valoradas por los acusadores fueron los
videos de las cámaras de seguridad de la casa del gerente que registraron la
fuga de los asesinos y los movimientos adentro del inmueble.

Sobre la base de estos videos difundidos por los medios de
comunicación, un policía de Villa Martelli reconoció a Martínez Castro ya que
lo había detenido en varias oportunidades por ilícitos cometidos en su
jurisdicción, y a partir de allí los pesquisas lograron identificar al resto de
la banda.

Por su parte, García fue detenido en marzo de 2017 luego de
asaltar a un remisero en el partido de San Martín quien fue uno de los testigos
en el juicio de Chwat. (DIB)