La Plata, mar 2 (DIB/AMPLIACION).- La gobernadora María Eugenia
Vidal enviará la semana próxima a la cámara de Senadores una propuesta para que
el juez federal Sergio Torres, un magistrado de bajo perfil político que cumple
funciones en los tribunales de Comodoro Py, asuma en la Suprema Corte
bonaerense y de ese modo completará la vacante abierta en 2016, cuando Juan
Carlos Hitters renunció a su cargo.
El movimiento, confirmado a DIB por el jefe de Gabinete, Federico
Salvai, restituirá al Tribunal su composición de siete miembros y fue decidido
sobre la base de un criterio primordial: la especialización de Torre en materia
penal, un área a la que no se dedica ninguno de los otros seis miembros
actuales de la Corte, Eduardo Pettigiani, Eduardo De Lazzari, Daniel Soria,
Esteban Genpoud, Hilda Kogan y Héctor Negri.
Vidal dejó abierta la vacante durante más de un año y terminó de
decidirse por impulsar a Torres, titular del Juzgado Federal Nº 12 de la Ciudad
Autónoma, cuando nadie hablaba ya del
tema. De hecho, antes completó nombramientos en el Tribunal de Cuentas y en el
directorio del Banco Provincia, sobre los que circularon versiones de que iban
a ser objeto de una negociación política global con la designación en la Corte,
algo que finalmente no ocurrió.
En el interín, Vidal consiguió colocar al frente de la Procuración
General a Julio Conte Grand, que había dejado el puesto equivalente en la
Capital Federal para sumarse a su gobierno como Secretario General y luego, con
la venia del Senado, reemplazó a María
Del Carmen Falbo, la procuradora con quien la actual mandataria tuvo una
relación tirante desde el inicio mismo de su mandato, pero con la cual pactó
una salida negociada.
Torres, el magistrado que ahora Vidal propone para la Corte, es
conocido el Comodoro Py como “El Mudo” por su bajo perfil, muy difierente al de
la mayoría de sus colegas de la justicia federal de la Capital, pero tiene a su
cargo, desde 2001, un juzgado donde se tramitan causas importantes y por el que
pasó, por caso, la investigación penal de los crímenes cometidos durante la
dictadura en la Escuela de Mecánica de la Armada ESMA).
En esa causa, el juez Torre tuvo una actuación destacada que le valió
ser designado ciudadano ilustre por la Legislatura porteña, ya que no solo
probó que hubo un plan sistemático de exterminio en la ESMA, sino que se
ejecutaron desde allí “vuelos de la muerte”. Además, determinó que se
investiguen los abusos sexuales cometidos por represores contra prisioneras y
fue calve en la detención del marino Alfredo Astiz, uno de los represores más
emblemáticos.
De 55 años, casado y con dos hijos, el nombre de Torres cobró
cierta notoriedad mediática a principios del año pasado, cuando le tocó
intervenir en el caso del excanciller Héctor Timerman, a quien otorgó la
excarcelación para que pueda viajar a Estado Unidos para someterse a un
tratamiento por el cáncer que padecía y por el que terminó falleciendo meses
después. En ese momento, Torres actuó subrogando a su par Claudio Bonadío.
Formado en la Universidad de Buenos Aires y profesor de la de
Lomas de Zamora, desde 2012 Torres maneja, por orden de la Corte nacional, una
cuestión de profunda implicancia para la provincia: el plan diseñado por el
Alto Tribunal para el saneamiento de la cuenca del Rio Matanza, cuya contaminación
afecta a millones de personas en el Conurbano. Antes de su actual cargo, fue
fiscal federal y juez en lo criminal de la Capital, desde donde saltó al fuero
federal.
Rumores
El anuncio del envió del pliego de Torres al senado ???donde tendría
un trámite sencillo, en virtud de la mayoría que tiene Cambiemos en esa Cámara-
coincide con la reactivación de los rumores sobre la posibilidad de que se
produzca una nueva vacante en el alto tribunal provincial, que fueron
desconocidos por fuentes del ámbito político y judicial consultadas por DIB.
Al principio del mandato de Vidal, esas versiones apuntaron al
ministro Soria, al que se vinculaba al peronismo porque fue funcionario de
Julio César Alak, el exministro de Justicia de Cristina Kirchner, cuando asumió
por primera vez la intendencia de La Plata, a principio de los años 90, una época
en la que estaba vinculado al menemismo. Sin embargo, ese rumor, que corrió en
paralelo con las primeras embestidas del oficialismo contra Conte Grand, no se
corroboró. (DIB) AL