La Plata, mar 28 (DIB).- Seis policías del partido
bonaerense de La Matanza fueron condenados hoy a 10 años de prisión por el
secuestro extorsivo de un hombre al que amenazaron con cortarle un dedo en la
localidad de Virrey del Pino en 2017, informaron fuentes judiciales.
La decisión del Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de San Martín
recayó sobre Alejandro Gabriel Gómez, María Florencia Romero, Matías Ezequiel
Britez, Juan Leonel Peña, Sebastián Alfredo Renversade y Gabriel Alejandro
Rodríguez, todos ellos oficiales de la Policía Local de La Matanza que llegaron
detenidos al debate oral.
Los jueces Silvina Mayorga, Héctor Sagretti y Daniel
Gutiérrez dieron por acreditado que los efectivos cometieron los delitos de
“secuestro extorsivo agravado por el empleo de armas de fuego, por
resultar los participantes agentes de una fuerza de seguridad y por el número
de intervinientes”.
La pena coincidió con el pedido que había formulado en su
alegato el fiscal del juicio, Marcelo García Berro; en tanto, los defensores
particulares de los policías habían solicitado una serie de nulidades y que
todos sean absueltos por falta de pruebas.
En su alegato, el fiscal García Berro aseguró que los
policías secuestraron a un vecino de la localidad bonaerense de Virrey del Pino
el 7 de febrero de 2017 entre las 17 y las 20.45.
Según la acusación, aquel día, el hombre caminaba junto a
una vecina por la calle Vilela, cuando fue interceptado por un patrullero de la
Policía Local de La Matanza, del que descendieron Peña y Gómez ???con sus armas
reglamentarias y uniformes-, lo golpearon y lo obligaron a subir al vehículo.
En ese momento, uno de los efectivos le refirió:
“Sabemos que sos transa, sabemos que tu papá es transa, llamá a tu papá
para pedirle dinero”.
Para el funcionario judicial, esa maniobra contó con el
apoyo de Britez y Romero, quienes también estaban uniformados, armados y se
desplazaban en otro móvil policial.
Sin embargo, el abogado Trimarco aseguró que la testigo
presencial había dicho que “nunca vio a los ocupantes de ese segundo
patrullero pero en la rueda de reconocimiento los señaló como los que iban en
ese vehículo” y adelantó que también reiterará “todos los pedidos de
nulidades ya que se violaron todas las cadenas de custodia de los
teléfonos”.
De acuerdo con la acusación de la fiscalía, la víctima,
quien les había respondido que su padre estaba muerto, fue trasladada a un
descampado, situado en el kilómetro 40 de Virrey del Pino, y durante el
trayecto uno de los policías le sustrajo una billetera, en cuyo interior había
30 pesos, papeles y su cédula de identidad expedida por la República del
Paraguay.
Una vez en el baldío, al hombre, que no se presentó a
declarar ante el TOF 1, lo obligaron a llamar a un amigo para que pagase un
rescate de 60.000 pesos.
Dicha comunicación se efectuó a través del servicio de
llamadas de la aplicación de mensajería WhatsApp y en el cual armaron un grupo
titulado “Ponela Tío”, que tenía como integrantes a los efectivos
policiales imputados.
Durante su cautiverio, los patrulleros ???tres en total- iban
y venían, mientras que algunos de los efectivos golpeaban a la víctima, lo
amenazaban con cortarle un dedo, le sacaron una foto e, inclusive, Gómez
disparó dos veces contra el suelo cerca de donde estaba parado el joven, según
la fiscalía.
Finalmente, dado que el amigo de la víctima no había
conseguido el dinero, ésta se ofreció a juntar el rescate y dárselos al día
siguiente, por lo que, alrededor de las 20.45, lo volvieron a subir a uno de
los patrulleros y lo liberaron a cuadras del descampado.
Tras sus detenciones y al ser indagados en la etapa de
instrucción, algunos de los imputados se refirieron al hecho como un
“procedimiento” por comercialización de estupefacientes, uno se negó
a declarar y otros argumentaron que se trataba de una represalia por haber
desbaratado una red de proveedores de narcóticos. (DIB)