La Plata, mar 25 (DIB).- El juez federal de
Dolores, Alejo Ramos Padilla, se presentó hoy en una audiencia ante el
Consejo de la Magistratura de la Nación con la intención de ocupar la silla
vacante del estratégico juzgado federal N° 1 de La Plata, el único que tiene
competencia electoral en la provincia de Buenos Aires.
Ramos Padilla, que dejó definiciones interesantes sobre
cuestiones electorales, aprovechó para defenderse de la denuncia en su contra
presentada por el Gobierno ante el Consejo por supuesto mal desempeño al exponer
en el Congreso detalles de la investigación sobre la existencia de una
supuesta red de extorsión de espionajes de la que participaba el falso abogado
Marcelo D”Alessio.
En la audiencia que selecciona a los candidatos a jueces y tiene
las atribuciones para removerlos, Ramos Padilla fue entrevistado tras lograr el
primer puesto en el concurso para cubrir la vacante del juzgado federal platense.
“No me preocupa la denuncia, ahora estoy enfocado en el concurso”,
aclaró antes de comenzar la audiencia, que duró media hora y en la cual el
candidato dejó algunas definiciones clave respecto a la visión con la que
desempeñaría el cargo de juez electoral si finalmente el Consejo lo incluye en
la terna de la que, luego, el Ejecutivo seleccionará a un postulante para que
sea ratificado por el Senado.
Tras afirmar que la función del juez electoral es garantizar
el respeto de la voluntad popular y asegurar que convalidaría una lista de
candidatos que estuviera integrada solamente por mujeres, el magistrado sorprendió
sobre el tema de los “aportantes truchos”, algo que inquieta al oficialismo. En
ese sentido, dijo que a su juicio esos supuestos delitos deben ser
investigados por la Justicia electoral y no la penal federal, algo que reclaman
desde la oposición.
Ramos Padilla está primero en el concurso para ocupar el
cargo. Obtuvo 183,50 puntos en total: 94 puntos sobre 100 en el examen
escrito y sumó otros 89,50 por sus antecedentes. Tras esta audiencia, el
orden de mérito se puede modificar. Junto a él, 84
postulantes se lanzaron al concurso que ahora lo ubica en primer lugar. Y en la
instancia actual sólo nueve candidatos fueron preseleccionados.
El juzgado federal N° 1 quedó acéfalo tras la muerte de
Manuel Blanco en 2014: desde entonces tuvo dos subrogancias polémicas, y hasta
contó con la intervención de la jueza María Servini, quien tiene competencia
electoral en Capital Federal.
Tras la muerte de Blanco, el kirchnerismo designó como
subrogante a Laureano Durand, quien fue cuestionado por la Justicia porque no
era juez sino secretario. Tras su salida, fue reemplazado provisoriamente por
Servini, quien renunció tras unos meses.
En ese marco, Cambiemos promovió al juez federal de Tres de
Febrero, Juan Manuel Culotta, quien fue cuestionado por el kirchnerismo por
provenir de otra jurisdicción. Culotta controló las elecciones de 2017, donde
se dio una polémica por el escrutinio de las PASO, que en un primer momento le
dieron ganador al candidato oficialista Esteban Bullrich, pero que tras el
conteo final resultó ganadora Cristina Fernández. (DIB) FD