Piden perpetua por el femicidio de Nadia Arrieta en Villa Tesei

La Plata, mar 13 (DIB).- Un fiscal pidió hoy en un juicio
oral que un peluquero sea condenado a prisión perpetua por el femicidio de
Nadia Arrieta, una comerciante degollada durante un supuesto intento de abuso
sexual en marzo de 2018 en su local de Villa Tesei, partido de Hurlingham,
informaron fuentes judiciales.

El Tribunal Oral en lo Criminal 4 de Morón pasó a un cuarto
intermedio para el lunes a las 12, cuando le concederá al acusado Maximiliano
Montiel (39) la posibilidad de expresar sus “últimas palabras” y,
luego, dará a conocer el veredicto.

Fuentes judiciales informaron que el fiscal Mario Ferrario
pidió durante los alegatos que el peluquero Montiel sea condenado a la máxima
pena por el delito de “homicidio agravado por ensañamiento y
femicidio”.

En tanto, los abogados Adrián Tenca y Gustavo D”Elía,
representantes de Luisa Arrieta, madre de la víctima, solicitaron prisión perpetua
por el mismo delito.

“Estoy muy conforme con el pedido de la fiscalía,
espero que el Tribunal lo condene, confío plenamente que los jueces den el
veredicto como seres humanos”, dijo a Télam Laura Arrieta al finalizar la
audiencia.

Por su parte, la defensa del acusado requirió que sea
absuelto y planteó una serie de nulidades por la
“inconstitucionalidad” de la perpetua.

Durante el juicio oral, hubo varios testigos entre policías
y peritos que declararon ante los jueces Carlos Roberto Torti, Rodolfo
Castañares y Pedro Rodríguez.

El femicidio de Arrieta (32) fue cometido el 1 de marzo de
2018 y si bien en el caso no se obtuvieron evidencias científicas para probar
un abuso consumado, según la investigación realizada por el fiscal Ferrario el
móvil del crimen fue un ataque sexual.

Para el fiscal, Montiel fue quien cerca de las 12.45 de ese
1 de marzo ingresó al local de venta de regalos “NyB”, situado en
avenida Pedro Díaz 596, de Villa Tesei, que atendía Arrieta, con el fin de
cometer “un ataque contra la integridad sexual” de la mujer
“mediante un desnudamiento forzoso y violento”.

En su acusación, Ferrario destacó que en el hecho existió
una “relación desigual de poder, hombre mujer”, en la que Montiel
maniató y amordazó a la víctima “reduciendo así toda posibilidad de
defensa, mediando así las circunstancias de violencia de género apuntadas, con
el claro designio de causarle la muerte”.

El fiscal consideró que para concretar “su propósito
mortal”, Montiel empleó “un arma blanca” con la que “le efectuó
un corte de unos 15 centímetros en la región anterior y lateral derecho del
cuello” a su víctima.

El sospechoso estuvo prófugo cuatro días hasta que el 5 de
marzo de 2018 fue detenido cuando planeaba encontrarse con su novia y fue
interceptado por la policía en el cruce de las calles Escalada y Edison, de
Sarandí, partido de Avellaneda.

Al enumerar las pruebas que lo incriminan, el fiscal
mencionó las imágenes de las cámaras de seguridad que grabaron a Montiel cuando
llegaba y cuando huía de la escena del crimen y escuchas realizadas a su
teléfono celular, cuyo número la propia Nadia Arrieta había dejado anotado en
un papel hallado en su local tras el crimen junto al nombre “Maxi”.

Para apresar a Montiel, la policía realizó varios
allanamientos y en uno de ellos encontró una bolsa celeste con un termo y dos
latas para yerba y azúcar iguales a las que vendía Arrieta en su local de
regalos, lo que también fue clave en la pesquisa, al igual que una mochila del
acusado que contenía un cuchillo con mango de madera y un juego de llaves de la
víctima.

Pero la evidencia científica que probó la presencia de
Montiel en la escena del crimen fue el informe del sistema AFIS -la base de
datos de improntas dactilares de personas con antecedentes-, que identificó
como suya una huella dactilar encontrada en la base de una lata plateada
hallada en la escena del crimen.

Cuando fue asesinada Arrieta, el peluquero estaba bajo
libertad condicional en una causa en la que había sido condenado a 18 años de
cárcel por “tentativa de homicidio, abuso sexual, robo y privación de la
libertad agravada”, a raíz de un ataque cometido contra cuatro integrantes
de su familia en 2001. (DIB)