La Plata, mar 24 (Por Andrés Lavaselli, de la redacción de
DIB).- Luego de los esfuerzos dedicados a ordenar el enrarecido frente interno,
María Eugenia Vida concluyó que sobre sus espaldas recaerá una parte sustancial
de la campaña para que Mauricio Macri sea reelecto. Pero a la vez se convenció
de que para que esa estrategia funcione, la economía deberá experimentar un
repunte perceptible para el común de los mortales a más tardar en junio, porque
de lo contrario ambos corren serios riesgos de caer derrotados en las urnas.
El diagnóstico sobre la coyuntura que encierra esa
percepción puede parecer elemental, pero no es compartido por todo el
oficialismo. En la Gobernación descreen del peso relativo que puedan tener
factores extra económicos del voto, al menos mientras no mejore el bolsillo de
la gente de a pie. Es una mirada opuesta a la de la jefatura de Gabinete
nacional, donde confían en que el hartazgo de la corrupción kirchnerista o del
populismo, sin más, pueden aún jugar un rol.
El punto de encuentro es la Gobernadora. Vidal conserva
niveles de aceptación que vuelven atractiva su figura por encima de la del
propio Macri. La foto del miércoles con la radical Silvia Elías de Pérez,
postulante de Cambiemos en Tucumán, es un ejemplo. A Vidal el pedido le llegó a
través de Daniel Salvador, que le habló de al menos otros dos postulantes
radicales, ambos patagónicos, que quieren también su afiche con la dirigente
más taquillera de Cambiemos.
En La Plata advirtieron que en la Casa Rosada no disgusta
ese protagonismo. Y por eso se pusieron a definir el modo en que la Gobernadora
aportará al sostén de la figura de Macri, mientras espera de que la economía
permita una recuperación. La mirada general pasa por dar primacía a la gestión,
por lo que ya está casi listo un extenso manual que cuenta lo que se hizo.
Terminarán de afinarlo el fin de semana que viene, durante el último “retiro
espiritual” del gabinete bonaerense previo a la campaña.
Preocupaciones
Ese foco en la gestión de Vidal es el segundo paso de un
plan cuya próxima estación es la campaña propiamente dicha. La primera, fue el
trabajo sobre su frente interno, que llevó adelante junto al propio Macri hace
unos días. El principal resultado fue la eliminación del llamado “Plan V” (que
la Gobernadora reemplace al presidente como candidato o se sume a su fórmula)
de la agenda pública. El segundo, la señal al radicalismo de que sigue siendo
el aliado estratégico en PBA.
Ambos ítems, de todos modos, son problemáticos. La carpeta
incautada al falso abogado Marcelo D´Alessio con información sobre la
Gobernadora puso sobre la mesa la delicada cuestión del espionaje interno. Para
colmo, índices que surgen de esos documentos indujeron la sospecha de que detrás
de D´Alessio actuó un sector de la AFI previamente sospechado de controlar a
Vidal, a su ministro de Seguridad, Cristian Ritondo y a la diputada Elisa
“Lilita” Carrió.
La cuestión tuvo la credibilidad suficiente para que se
realizaran consultas de máximo nivel entre Nación y Provincia. En el núcleo
íntimo de Vidal tranquiliza el vínculo de largo tiempo que mantienen varios de
ellos, especialmente el jefe de Gabinete, Federico Salvai, con la segunda de la
AFI, Silvia Majdalani, encargada de la operatividad de esa agencia. A ella,
según sospechas que no han sido confirmadas, iban dirigidos los informes.
En cuanto la UCR, las certidumbres que recibió el
vicegobernador Daniel Salvador respecto de su postulación parece haber bastado
para mantener a la sustancial de esa fuerza alineada con Cambiemos en la
Provincia. Pero acá también hay tensiones. El sector de Ricardo Alfonsín y Juan
Manuel Casella ensayan un acercamiento explícito a Roberto Lavagna. Puede que
no sea significativo en términos de estructura política, pero podrían
convertirse el destino de votos radicales “desencantados”, la categoría
electoral a la que apunta en forma prioritaria toda la estrategia de Cambiemos.
Esos radicales no son los únicos retazos de la estructura
tradicional de la política bonaerense que cree que Lavagna puede ser una opción
válida. Un sector de origen peronista que ahora está incluido en Cambiemos cree
lo mismo. Aunque en este caso espera a ver si la estrella de Exministro sigue
en ascenso o deja de brillar antes de convertirse en una opción de poder real,
con chances de ingresar en un ballotage, antes de ensayar cualquier movimiento.
(DIB) AL