La Plata, mar 31 (Por Andrés Lavaselli, de la redacción de
DIB).- Al cabo de la más difícil de una sucesión de semanas complejas, Mauricio
Macri y María Eugenia Vidal se vieron obligados a dar una nueva señal de
sintonía: una foto, juntos y sonrientes, que se explica tanto por los avatares
de su relación como por la debilidad política que afecta a la figura del
Presidente. Mientras, la Gobernadora
hizo una movimiento de 29 mil millones de pesos para desactivar un conflicto
que amenazaba con nublarle la campaña.
La irrupción de Macri para cenar con Vidal en Chapadmalal,
donde se tomó la imagen de marras, es parte de una sucesión por lo menos
inusual: en solo 20 días, el Presidente se trasladó en dos oportunidades hasta
donde estaba la Gobernadora con su gabinete. El lenguaje universal de gestos de
la política indica que esos dos viajes son cualquier cosa menos un hecho
casual. También da cuenta de la fortaleza política relativa de cada uno de
ellos, en este momento.
Un breve repaso de antecedentes ayuda a poner la cuestión en
perspectiva. El 11 de marzo pasado y sin previo aviso público, Macri se
presentó en la reunión de gabinete que ese día encabezaba Vidal en La Plata. Lo
hizo con la intención de desbaratar los rumores, que por ese entonces
comenzaban a tomar un volumen significativo, sobre el llamado “Plan V”, es
decir la posibilidad de que la Gobernadora asumiera la candidatura presidencial
en su reemplazo.
Parecía un objetivo logrado, pero en las dos semanas
siguientes pasaron cosas. De la presencia de juez Ramos Padilla en el Congreso
surgió la confirmación de que Vidal era espiada por la AFI, lo que sembró dudas
respecto de quién dio esa orden, asociados al estado de la relación de Macri
con la Gobernadora. Enseguida, se difundieron números de desempleo y pobreza, y
el dólar pegó otro salto. Tres hechos económicos de impacto negativo en la
imagen presidencial.
Ese combo reactivó la ola de versiones que cuestionaban que
la oferta electoral de Cambiemos vaya a estar encabezada por Macri. Y que
decían que el Presidente estaba distanciado de la Gobernadora. Con más énfasis
que antes, esta vez se sumaron representantes del “círculo rojo”, empresarial y
mediático. Se volvió a hablar de la posibilidad de un desdoblamiento
bonaerense, del Plan V y de un adelantamiento de las elecciones generales, con
eliminación de las PASO incluida.
Algunos de esos planes son más verosímiles que otros. Para
el desdoblamiento habría que acordar con Sergio Massa, algo que no se sabe si
sigue siendo posible, además de que ahora es mayor el riesgo de que el
peronismo se una contra Vidal. El adelantamiento va a contrapelo de los tiempos
de una hipotética recuperación económica. De la viabilidad de la candidatura de
Macri hablará él mismo con Jaime Durán Barba en unos días, aunque la mayoría
dice que seguirá en pie.
Lo significativo es que, aunque esos argumentos son
compartidos en Cambiemos, donde aseguran que tanto los roles como las fechas
electorales son las que están vigentes, haya hecho falta la segunda foto de
Macri con Vidal para aventar las versiones. Sobre todo, para contrarrestar las
presiones exógenas contra la postulación de Macri, hoy tal vez las más fuertes.
Es una señal indudable de lo dificultosa que arranca la campaña para el
oficialismo
Apuesta fuerte
La que mejor entiende esa complejidad parece ser la propia
Vidal, que dio en la semana un paso importante para allanar su camino a
octubre: una oferta de aumento salarial a los docentes tan robusta que, según
ella misma cree, podría bastar cerrar la paritaria que no pudo acordar en todo
el año pasado. Las organizaciones aceptaron ponerla a consideración de sus
bases, lo que es un paso hacia la aceptación, aunque habrá que esperar hasta
mañana para ver si se concreta.
La estructura de la oferta, con cláusula gatillo y un
porcentaje destinado a recuperar la pérdida del poder adquisitivo de 2018, dos
ítems que la Casa Rosada no alienta, alentaron lecturas del ofrecimiento en
términos de gesto de autonomía de la Gobernadora. Ser un error verlo así: Vidal
hizo una apuesta fuerte porque en un contexto electoral tan estrecho en el cual
ella tendrá un rol central, no quiere sumar un conflicto potencialmente extenso
como el docente.
Para calibrar la profundidad de la jugada de la Gobernadora
basta reparar en dos cifras: la oferta salarial implica un costo fiscal
adicional de $27 mil millones, mientras que la indexación de fondo del
Conurbano que acordó con Nación ???aunque aún no se efectivizó- supone un “extra”
de solo $19 mil millones. Sin ir más lejos: el Gobierno viene de suspender una
obra esperada por décadas en Bahía Blanca para no recargar con $6.600 el
déficit bonaerense.
Pero además, en un contexto de estrechez económica, las
encuestas comenzaron a mostrarle al Gobierno provincial que un creciente porcentaje
de ciudadanos comenzaron a empatizar con los docentes, aunque los gremios
siguen despertando pocas adhesiones. En tiempos de juntar “voto por voto”, hay
que tener en cuenta, también, que los
docentes son 300 mil y que tienen familia. (DIB) AL