La Plata, mar 6 (DIB).- Seis jefes y personal jerárquico del
Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) fueron condenados hoy a penas de hasta
seis años de prisión por el encubrimiento del crimen de un detenido que fue
golpeado hasta la muerte delante de su novia en una cárcel del partido de San
Martín en 2012.
La pena fue impuesta por el Tribunal Oral Criminal número 5
de San Martín, que halló responsables a Daniel Lucas Fernández, Eduardo Orsuza,
Favio Ferreyra, Eduardo Orfanelli, Hernán Pablo Maciel y Mauricio Darío Pinedo,
según informó el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
Todos fueron hallados coautores del delito de encubrimiento
agravado y los tres primeros recibieron seis años de prisión y los últimos
cinco años.
En la sentencia, el tribunal dio por probado lo que la
familia denunció desde el primer momento: que Patricio Barros Cisneros (26) no
se había suicidado, como quiso instalar el SPB, sino que había sido torturado y
asesinado el 28 de enero de 2012 por al menos seis agentes penitenciarios en la
Unidad Penitenciaria 46.
Según se pudo establecer en el juicio, el personal
jerárquico de la Unidad 46 montó una maniobra para encubrir los hechos y
liberar de responsabilidades a los autores materiales.
Durante las horas posteriores al homicidio, los agentes y
sus jefes acordaron una versión falsa de lo sucedido e intentaron convencer a
los testigos para que la sostuvieran.
“La condena a jefes y personal jerárquico del SPB
constituye un hecho histórico porque desenmascara la responsabilidad de la
jerarquía en la violencia estructural, extrema en este caso, que se vive en
cárceles y comisarías bonaerenses. El rol de la familia -a quien representamos
en el juicio- fue determinante para sostener el reclamo de justicia desde el
asesinato de Patricio”, indicó el CELS en un comunicado de prensa.
Este es el segundo juicio que se realiza por el caso, ya que
en 2015 el TOC 4 había condenado a cinco agentes a prisión perpetua por las
“torturas seguidas de muerte” de Barros Cisneros (26).
Al dar a conocer los fundamentos de la sentencia, el
tribunal también solicitó que se investigara a los jefes del penal por
“encubrimiento agravado”, lo que dio paso al juicio que finalizó hoy.
El hecho ocurrió el 28 de enero de 2012, cuando Barros
Cisneros esperaba la visita de su pareja, quien pese al intenso calor y a estar
embarazada debió esperar tres horas para ingresar.
El detenido pidió hablar con uno de los agentes para poder
tener un lugar de visita más cómodo y fresco, pero los penitenciarios le
negaron el pedido y fueron a hablar con el encargado del turno.
Luego, los agentes ingresaron al pasillo y comenzaron a
golpearlo para castigarlo por el reclamo.
Todos los testigos coincidieron en la brutalidad con la que
le pegaron desde que comenzaron hasta que Patricio murió, entre 6 y 15 minutos
después.
“Todos pegaban piñas, patadas, trompadas, saltaban
arriba, en la cabeza, en las costillas, en la entrepierna, donde se les
cruzaba, como a una pelota de fútbol, como a una bolsa de basura”, declaró
un testigo. (DIB)