La Plata, mar 25 (DIB).- El ministerio de Agroindustria
bonaerense pidió a la población que denuncie posibles casos de tráfico de
animales silvestres en la provincia, y alertó que esta práctica puede producir
la extinción de muchas especies, así como también la transmisión de
enfermedades peligrosas.
Al alertar sobre los últimos casos de tráfico o de intentos
de domesticación de especies salvajes, la cartera que conduce Leandro Sarquís
pidió “denunciar la venta de especies prohibidas de animales silvestres”, concurriendo
a la Dirección de Flora y Fauna ubicada en la Torre Administrativa I de La
Plata o llamando al (0221)429-5206/36.
En ese marco, pidió “evitar la captura y trasporte de animales
silvestres, ya que esto puede conducir la extinción irremediable de la especie
ocasionando así un grave daño a los ecosistemas naturales, además de causar
posibles heridas o la muerte tanto a las personas como a los propios animales”.
El ministerio recordó un caso registrado en el último mes en
La Plata, donde un mono carayá que es tratado como una mascota por una familia
de Ringuelet lleva meses suelto metiéndose en las casas y en los negocios.
Hasta se lo vio dentro de la Escuela Primaria N° 60 jugando con maestras.
“El comportamiento responsable es evitar la compra de
animales silvestres como mascotas, teniendo en cuenta que algunos animales
silvestres son transmisores de enfermedades como tuberculosis, psitacosis,
toxoplasmosis, herpes y filariasis”, indicó el ministerio, al tiempo que advirtió
que “la conducta de los animales silvestres es impredecible y cualquier
situación desconocida para ellos podría generar un comportamiento agresivo que
produzca daños”.
Finalmente, recordó que la Estación de Cría de Animales
Silvestres (ECAS) es un centro de cría y exhibición de especies de la fauna
autóctona y exótica en semi-libertad y en recintos ambientados, las cuales son
provenientes del mascotismo y el tráfico ilegal de fauna.
En el marco de denuncias de tráfico ilegal, el ECAS recibió
300 ejemplares vivos de loros habladores de 600 que fueron secuestrados por
Gendarmería en San Nicolás en un operativo de tráfico ilegal. La mortandad fue
del 50%.
Estos loros habladores, que viven en el norte de Argentina,
son extraídos de sus nidos, aun pichones, sin capacidad de alimentarse por sí
mismos, para soportar un largo viaje con temperaturas altas, sufriendo la
deshidratación e inanición. Durante los trayectos la mayoría de estas especies
termina muriendo. (DIB)