En una de las cárceles de Sierra Chica todos los internos trabajan o estudian

La Plata, oct 16 (DIB).- En la Unidad 27 de Sierra Chica, la
totalidad de los internos cumple con alguna actividad educativa o laboral, y
avanza la iniciativa para que se convierta en una dependencia autosustentable.

Se trata de un establecimiento carcelario que funciona bajo
un Régimen Semiabierto y que tiene las características de una granja, donde el
80 por ciento de sus ocupantes participa de alguna actividad de producción o
trabajo, y se llega al 100 por ciento sumando las actividades educativas.

Al respecto, el ministro de Justicia de la provincia de
Buenos Aires, Gustavo Ferrari, explicó que en diciembre de 2015 funcionaban 51
talleres de oficios en las cárceles de la provincia y que hoy llegan a 310.  

En la Unidad 27, dependiente del Servicio Penitenciario
Bonaerense (SPB) y que fue inaugurada el 24 de septiembre de 1993, se busca que
sea un establecimiento autosustentable y se va en ese camino. Actualmente
funcionan 11 talleres productivos y se dictan cursos de formación profesional.

El jefe de la sección Talleres, José Luis Ledesma, detalló
que “se realizan varias actividades, pero la más destacada es la huerta que se
está promoviendo para que esta sea una cárcel autosustentable. Estamos
produciendo distintas especies de legumbres y hortalizas con la mano de obra de
los propios internos que son alrededor de veinte, los que previamente al
trabajo recibieron un curso teórico que los capacita y les brinda conocimiento
sobre las semillas y las fechas de fertilidad. Acá el interno puede comprobar
que con sus propias manos puede producir su alimento y que en su vida en
libertad les puede servir para subsistir junto a su familia”.

Ledesma agregó que “contamos con el aporte muy importante
del INTA Balcarce, Tandil y Olavarría, quienes siempre nos acompañan,
realizando un seguimiento de la marcha de la producción respecto de lo que
ellos van donando. Nos proporcionaron pollitas ponedoras bebé, que pronto
tendrán edad de postura, con lo cual vamos a contar con los huevos para autoconsumo”.

Pero no todo está relacionado con el campo. En la Unidad 27
se dictan talleres productivos, todos con el sistema de cursos teóricos
previos, que les da a los privados de libertad la posibilidad de trabajar en
producción de tapicería, carpintería, herrería, chapa y pintura, electricidad
automotriz y mecánica ligera.

Además, la población carcelaria, luego de convenios con
agentes externos, produce bloques. Ledesma explicó que “el cliente acerca los
materiales necesarios para la producción y aquí hacemos los bloques que tienen
un costo por unidad y que le permiten al interno recibir un peculio por esa
actividad”.

Un orgullo para los directivos de la Unidad 27 es la puesta
en marcha del taller de carpintería que se restauró a nuevo en la parte
edilicia y maquinaria, en óptimas condiciones para poder trabajar.

El director de Unidad, Prefecto Mayor Rubén Moyano afirmó
que “en lo que va del año llevamos más de 80 órdenes de trabajo, por lo cual
los internos reciben un pequeño sueldo, remuneración que va quedando para ellos
o para su familia. Muchos de los internos alojados en este establecimiento
tienen salidas transitorias y, si bien reciben pasajes oficiales, el viaje les
insume gastos que ellos mismos se pueden solventar”. (DIB) FD