El dúo de indie folk peruano Alejandro y María Laura busca conquistar Argentina

La
Plata, oct 5 (Por Martín Raggio, de la agencia DIB).- Alejandro Rivas y María Laura Bustamante son un ascendente
dúo peruano de música indie folk, que está de paso por Argentina trayendo su
música. Ayer tocaron en La Tangente de Buenos Aires, hoy harán lo propio en Estación
Provincial (17 y 71) de La Plata y mañana en Berlín Pub (Mitre al 340) de
Rosario.

Sus
dos primeros álbumes, “Paracaídas” (2011) y “Fiesta para los muertos” (2013),
fueron producidos por Matías Cella (productor de “Amar la Trama” y
“Cara B” de Jorge Drexler) y muestran la combinación ecléctica que se
generó en el trabajo de composición a dúo.

El
último disco, “La Casa No Existe” (2017), fue producido por el argentino
Juanito el Cantor, grabado con músicos peruanos y colaboraciones de La Lá,
Paulinho Moska (Brasil), Perotá Chingó y Ezequiel Borra (Argentina).

Alejandro
y María Laura charlaron con DIB de cómo ser un dúo musical, esposos y padres,
dentro de un mismo universo.

 

¿Cómo se conocieron y decidieron
formar un dúo?

Alejandro-Con María Laura nos
conocemos hace más de diez años y fue en la Universidad Católica de Perú en
donde  estudiábamos los dos. Ella estaba
en la carrera de Arte y yo en la Comunicación Visual. Poco a poco el proyecto
le fue ganando a nuestras carreras profesionales. Y a los pocos meses de
terminar la Universidad, ya estábamos grabando nuestro primer disco que salió
en 2011. Somos pareja hace más de 10 años, esposos hace 5 y padres hace un año
y tres meses.

¿Que los motivó ponerle sus
nombres de pila al dúo?

A-Tiene que ver con las
primeras canciones que fueron saliendo, que hablan de cosas muy reales que nos
sucedían y sentimos que ponerle nuestros nombres al proyecto era lo más
honesto. No éramos personajes, las canciones hablan de cosas muy cotidianas.

¿Cuáles fueron las primeras
influencias?

A-En esa época teníamos
muchas influencias en común, pero el valor principal estaba dado en que
admirábamos mucho al cancionismo, nos gustaban grandes artistas como Chabuca
Granda, pero también a Lennon y McCartney. Es que yo venía de escuchar más rock
y María Laura más por el lado del Jazz. Y esto hizo que nos influenciáramos el
uno del otro y encontráramos un lenguaje en común para componer juntos. Disco a
disco seguimos como una exploración constante.

En “La Casa No Existe” dejan
en claro que se posicionan como peregrinos de la música. ¿Cuánto influye el
recorrer lugares con su música a la hora de componer?

A-En este disco
particularmente influyó muchísimo, no solamente en el proceso de producción que
fue en distintos países, sino que además convocamos artistas de varios países.
Como no teníamos un cierre límite, nos tomamos nuestro tiempo para que las
canciones respiren. Y ahora que lo escuchamos de nuevo nos gusta más, porque
las canciones las sentimos equilibradas.

María Laura-El último disco, como
viajamos mucho, iban saliendo las canciones en fragmentos, salía la idea de la
canción e íbamos acumulando y guardando sin tener tiempo de trabajarlas y
terminarlas. Lo que pasó al final fue que nos instalamos unos meses en el
Cuzco, en un lugar muy tranquilo, más aislado, en donde si pudimos darnos el
tiempo de revisar el material guardado y cerrarlo más tranquilos.

Sus canciones tienen un
fuerte arraigo en las costumbres latinas. ¿Esto en cuánto los define?

A-Siempre hubo un gusto de
mucha curiosidad por géneros tradicionales. En Perú ocurre que hay mucha música
de museo. Acá cuando se pregunta: ¿cuál es la música representativa del país?,
te contestan: valses criollos. A nosotros siempre nos han gustado, pero no
hemos sido estudiosos del estilo. Cuando interpretás  un landó o un huayno, lo hacemos más desde lo
lúdico, este siempre es nuestro espíritu.

¿Cómo se están presentando
en estas fechas de Argentina?

A-Traemos un formato muy loco
y distinto a lo que venimos haciendo. María Laura está tocando teclados y un
sintetizador y yo guitarra eléctrica, dos sintetizadores y una máquina rítmica.
Somos como un dúo-orquesta? (risas), es un nuevo reto.

¿Cómo es un día común en la
vida de ustedes?

ML-Desde que nuestra hija
Aurora entró en una crisis de sueño, porque antes ella se acomodaba a nuestros
ritmos, a nuestros horarios, se quedaba dormidita en cualquier lado. Pero a
partir de ahora es al revés, nosotros nos tenemos que acomodar a ella. Cambió
nuestra rutina, recién podemos ensayar o componer después de las 19. Es un
proceso mutuo de adaptación, antes nos ocupábamos de la locación técnica y
ahora nos tenemos que ocupar de donde va a dormir nuestra hija.

¿Tienen diferencias al
componer?

ML-Los dos componemos música y
letra, algunas canciones son más de Alejandro y otras son más mías, pero
siempre hay un proceso en común.

Hay
cosas que nos diferencian, aunque ambos terminamos de darle forma a las
canciones. Yo soy más detallista con las letras y hay cosas de la métrica que me
fastidian. A mí me gusta más la repetición, el loop, y él tiende a ponerle la
parte “rara” de la canción. Por esto nos balanceamos.

¿Cuáles son los planes del
dúo en un futuro cercano?

A-El siguiente año estamos
cumpliendo los 10 años y queremos hacer una presentación en el Gran Teatro
Nacional de Lima, que es el más lindo y grande de Perú,  hacer una especie de celebración que resuma
nuestra carrera. También confirmamos una gira por los 10 años que incluirá
seguramente a Argentina, entre otros países de Latinoamérica, EE.UU. y también
por Europa. El
plan conceptual de estos 10 años es que hemos hecho estos tres discos de
espíritu lúdico. Que son diferentes y tienen puntos en común, aunque a partir
de ahora queremos forzarnos a hacer un cambio aún más grande. Son retos
creativos para no aburrirnos, somos naturalmente inquietos y tenemos que
retarnos constantemente. (DIB)