La Plata, jul 10 (DIB).- El número de concejales mujeres
aumentó considerablemente desde el año pasado y se ubicó en niveles récord,
aunque hará falta un nuevo recambio para avanzar hacia una paridad plena, tal
como lo plantea la ley sancionada en 2016 en la Legislatura bonaerense.
El dato se desprende de un informe del Centro de
Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec),
que indica que tras las elecciones de 2017 (las primeras con la ley de
Paridad), la representación femenina en los concejos deliberantes pasó del 33%
al 40%.
La ley 14.848, aprobada en octubre de 2016 por la
Legislatura, dispone que las listas para cargos legislativos deban estar
conformadas en partes iguales por varones y mujeres. Si bien la implementación
resultó algo caótica en las internas, su primera aplicación hizo que la
cantidad de ediles electas pasara del 33% en 2015 al 45% en 2017.
Esto elevó al 40% la representación femenina en los
concejos, algo sin precedentes en la historia de la provincia. Claro que para
llegar a la paridad completa hará falta una nueva elección, ya que la mitad de
los actuales concejos fue electa en 2015, cuando la “ley de cupo” ubicaba el
“techo de cristal” en el 33%.
Según los datos del Cippec, antes de las elecciones del año
pasado un tercio de los municipios tenía menos de 30% de mujeres en sus concejos
deliberantes. A nivel global, el porcentaje de concejales mujeres variaba entre
el 12,5% y el 58%. En apenas ocho distritos el “cupo” femenino alcanzaba el
50%.
En cambio, a partir de la ley, la proporción de concejales
mujeres varía entre un 25% y un 60% según el distrito. Además, solo quedan
cuatro comunas en las que las mujeres representan menos del 30% del cuerpo: Pinamar,
Suipacha, Mar Chiquita y Benito Juárez. En 19, en tanto, ocupan la mitad de las
bancas o más.
Dispersión
El estudio del Cippec se preguntó también por la disparidad
que existe en el porcentaje de mujeres de los diferentes concejos deliberantes,
partiendo de la base que la proporción de ediles fue heterogéneo.
“Las variaciones entre los municipios no guardan relación
con sus características poblacionales, sociodemográficas, institucionales,
político-partidarias o sus recursos presupuestarios”, señala el informe, tras
lo cual enumera dos factores que contribuyen a acrecentar la heterogeneidad en
los repartos: una mayor dispersión en el voto y la cantidad de cargos en juego.
Sobre lo primero, señala que “cuando una mayor cantidad de
partidos obtiene un porcentaje importante de votos, los cargos se distribuyen
entre más agrupaciones, cuyas listas suelen estar encabezadas por hombres”.
Esto provoca que haya un menor número de mujeres electas, puesto que “suelen
ocupar peores lugares en las listas”.
Respecto a lo segundo, indica Cippec que en los concejos
deliberantes más grandes la paridad se vuelve más cercana, ya que “cuando hay
más cargos en juego, es más probable que las mujeres lleguen a ocupar
posiciones expectantes en las listas”. Esto se percibe claramente al comparar
los números de los concejos del interior frente a los del Conurbano, donde se
eligen más cargos por distrito. (DIB) JG