La Plata, jun 24 (DIB).- La gobernadora María Eugenia Vidal
decidió profundizar su resistencia al traspaso de las empresas Edelap, Edesur y
AySA a la provincia, para lo que apuntará contra los gobernadores del peronismo
federal que impulsan esa iniciativa como un modo de minimizar el costo del
ajuste fiscal en sus propios distritos.
Con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional
formalizado la semana que pasó, ahora llegó el tiempo de las definiciones
concretas sobre cómo y hasta qué punto cada una de las provincias deberá ajustarse para cumplir con
la meta de rebaja del déficit fiscal nacional.
La gobernadora bonaerense teme que, en ese marco pueda
avanzar la idea que en mayo lanzó al ruedo su par cordobés, Juan Schiaretti:
traspasar la compañía de agua y saneamiento y las distribuidoras eléctricas al
ámbito bonaerense y porteño para que esas dos jurisdicciones asuman el
financiamiento correspondiente, lo que aliviaría las arcas nacionales.
Vidal se opone desde el primer momento, que tendría un costo
no menor de $ 40 mil millones. Pero ahora quiere reforzar el rechazo. Para eso,
ordenó a su operador parlamentario, el presidente de la Cámara de Diputados,
Manuel Mosca, presentar un proyecto de repudio de las declaraciones a través de
las cuáles Schiaretti lanzó su
propuesta.
La iniciativa de la dupla Vidal-Mosca ?que ingresará la
semana próxima a la Legislatura- tiene un objetivo simbólico: ubicar a
Schiaretti como el referente de la movida y, a través suyo, al resto de los
gobernadores peronistas que presionan al presidente Mauricio Macri para
realizar el traspaso.
En busca de sumar apoyos, Mosca, como vocero de hecho de
Vidal, lo planea en términos de defensa de la provincia más allá de los colores
política. “Algunos gobernadores pretenden que los bonaerenses volvamos a perder
lo que durante años nos robaron por el Fondo del Conurbano”, dijo ayer, durante
una visita a Roque Pérez.
La Gobernadora, tal como publicó hoy el diario Extra que
edita agencia DIB, ya obtuvo el respaldo de dos intendentes opositores a su
resistencia: el de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, y el de Hurlingham,
Juan Zavaleta, hicieron declaraciones rechazando la idea, al cabo de una semana
en la que hubo reuniones reservadas con Vidal en las que se trató esta
cuestión.
Insaurralde y Zavaleta forman parte de un grupo de
intendentes que podría hacer valer su influencia para que los bloques del PJ
“dialoguista” en la Legislatura acompañen el proyecto de Mosca. Sería un “test”
del nivel de acompañamiento alcanzado, ya que implicaría votar contra los
gobernadores del mismo partido.
El otro sector que busca sumar Vidal es el Frente Renovador:
no parece causal que Mosca haya formulado sus declaraciones de ayer junto a
Ricardo Lissalde, un diputado que responde a Sergio Massa, que a su vez trabaja
en consonancia con los gobernadores peronistas en la construcción de una
alternativa electoral al macrismo que excluya a su vez a Cristina Fernández de
Kirchner. (DIB) AL